| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La dirigente del PPCV entrenada en la "Afganistán de la política" es peregrina

El PP valenciano está en pleno proceso de cambios, algunos pactados y otros impuestos,mientras la número dos del partido se escapa al Camino.

| A.E. Edición Valencia

El PPCV está viviendo una singular revolución. Sin ruido aparente, el presidente en Alicante, el ex vicepresidente del Consell José Ciscar, anunciaba  su renuncia a seguir liderando la organización. La decisión forzada por Teodoro García Egea rompe los equilibrios en los populares valencianos y, en teoría, deja a la presidenta Isabel Bonig en una situación de debilidad en la estructura autonómica del partido.

En la provincia de Valencia gobernada por una gestora desde tres años, su responsable ha organizado en la práctica un mini congreso para elegir a los ocho diputados provinciales. Los candidatos deben conseguir los avales necesarios para optar a tener el cargo público. Se trata de una decisión participativa acordada por el equipo  Juan Ramón Adsuara que obliga a los aspirantes a comprobar sus apoyos, al menos entre los concejales de su partido judicial.

En todo este proceso, la secretaria general, la mano derecha de Bonig, la portavoz adjunta en Corts Valencianes, ha decidido quitase de en medio. Darse una respiro esta semana y cumplir con el guión  que había previsto en un momento en el que su organización está en ebullición. Eva Ortiz ha sorteado por el momento las peticiones (indirectas) de dimisión tras el resultado de las elecciones autonómicas en las que el PP perdió once diputados; pero aún sí, no estuvo tan lejos de que pudiera darse un acuerdo a la andaluza. La izquierda (PSOE, Compromís y Podemos) logró 52 de los 99 diputados.

Desde hace años en el punto de mira, Ortiz ha demostrado que en su vocabulario no existe la palabra arrugarse. Quizá le ha curtido especialmente el estar entrenada en la 'Afganistán' de la política, en definición de la política de la Vega Baja. La que fue diputada europea asistió el domingo al pleno de investidura de Ximo Puig, por lo que tuvo  que contratar un nuevo vuelo otro para cumplir con unos amigos su "escapada" a Santiago de Compostela. 

Un día después de que los casadista brindaran por la renuncia de Ciscar, uno de los valedores del tandem Bonig-Ortiz, la oriholana asistía a la misa del peregrino-tras recorrer 125 kilómetros-y refirmaba que piensa seguir como dos en el PPCV  y en grupo parlamentario popular en el parlamento valenciano.  Un deseo que no dependerá de Santiago Apóstol, sino de Teodoro García Egea y de Pablo Casado.

Por de pronto el guión escrito hace semanas en Madrid se está cumpliendo. El nuevo hombre fuerte en Alicante, tanto en la Diputación como en el partido, será el recuperado Carlos Mazón, ex director del Instituto Valenciano de la Juventud y ex diputado en la etapa zaplanista. 

Los siguientes pasos están por confirmarse. Incluidos los congresos este año en la capital y en la provincia de Valencia.  María José Catalá, pese a no lograr el objetivo de conseguir la alcaldía, tiene el camino expedito para presidir el PP de la capital autonómica. El futuro de Isabel Bonig vuelve a estar dependiente.