Carmen Montón, ministra “sin concesiones” al frente de la Sanidad española

Pedro Sánchez iba bien: Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Josep Borrell, Nadia Calviño, María Jesús Montero. Pero se guardaba lo mejor para el final: Carmen Montón, ministra de Sanidad “sin concesiones”. Es tiempo de felicitar a Ximo Puig.

Éste es uno de los artículos que más me ha costado escribir de los últimos años. Porque no para de sonar el teléfono y los whatsapps. Hay gente destapando botellas. En Valencia más que en Madrid, parece. También hay quienes me están felicitando porque creen que ahora mi libro “Carmen Montón, sin concesiones” (Crónica Global, 2017) se va a vender más. No saben que, desde los tiempos de Larra, escribir en España es llorar. A pesar de ello, y por todo lo anterior, me he sentido impelido a escribir estas líneas en primera persona.

No se puede decir que hay sido una sorpresa el nombramiento de la señora Montón, porque Pedro Sánchez, en su discurso en el Congreso cuando la moción de censura a Mariano Rajoy que ahora parece tan lejana, aseguró que iba a seguir “la inspiración del Gobierno valenciano en muchos ámbitos”, como la universalización de la sanidad y la reversión de las concesiones sanitarias. Nadie mejor que la señora Montón para elevar a nivel nacional el desacierto local.

Yo personalmente por la nueva ministra siento una gran admiración, como tuve ocasión de dejar por escrito en las primeras páginas de mi libro. Una persona que es capaz de llevarse mal alternativamente con Pedro Sánchez y Ximo Puig para acabar siendo ministra con el primero sin haber dejado hasta ese momento de ser consellera con el segundo tiene un mérito inconmensurable. Sus buenas llamadas a Ábalos le costó en su día, allá cuando las primarias valencianas en las que apoyó a Puig en vez de al candidato sanchista parecía que iban a pasarle factura definitiva.

La nueva gestora de la sanidad española (paso intermedio entre la sanidad valenciana y la universal) es médico aunque nunca ha ejercido, porque desde 1992 siempre ha estado dedicada a la política: concejal en Burjassot, diputada en el Congreso, miembro de la dirección federal del PSOE, consellera en la Comunidad Valenciana y ahora ministra de España. Una auténtica Fouché, una artista de la política, y una de las mujeres de más tronío de la escena pública valenciana, sólo comparable a Rita Barberá, Mónica Oltra y la mítica Paquita “Rebentaplenaris”.

De su paso por la consellería queda sobre todo el fin de la concesión sanitaria del departamento de La Ribera (hospital de Alzira) a pesar del informe del Síndico de Cuentas (que revelaba ahorro para las arcas públicas con esta fórmula), de las encuestas de satisfacción de pacientes, y la opinión de algunos destacados socialistas como el exministro Valeriano Gómez, la de un exvicepresidente del Consell en tiempos de Joan Lerma, o la del catedrático Ramón Tamames, que tachó la “reversión” a la gestión directa de “anunciada, inusitada y desquiciada”. Sólo porque la ideología dictaba obrar así, sin más justificación.

Otros hitos de Carmen Montón en Valencia han sido la ya citada universalización de la sanidad (declarada inconstitucional por el TC y sorteada mediante una instrucción), la colocación de afines (el caso más conocido es el de una senadora socialista catalana amiga, mediante libre designación, que está al frente del hospital La Fe), el escándalo del nombramiento frustrado de su marido como gerente de una empresa mixta dependiente de la Diputación de Valencia (que hasta Mónica Oltra afeó), la renuncia al convenio con el Instituto Valenciano de Oncología IVO (Ximo Puig hubo de desautorizarla y tomar las riendas de la negociación para apaciguar un asunto de verdadera relevancia social), o el nombramiento de un periodista especializado en rebuscar en hemerotecas como responsable de la Gestión Sanitaria de la consellería (en contra de la opinión de los sindicatos).

Es tiempo de felicitar a Ximo Puig, que nunca tuvo sintonía con ella y que va a ganar en tranquilidad, y de desear suerte a todos. Y de felicitar muy sinceramente a la nueva ministra.