El ex presidente del Poder Judicial contra los espías de la convivencia

Fernando de Rosa ha vuelto a la política de la mano de Pablo Casado tras su paso, entre otras instancias, por el Consejo General del Poder Judicial que llegó a presidir de forma interina en sustitución de Carlos Dívar. Y lo ha hecho con un brío más que llamativo. 

En su columna semanal, el actual senador carga contra el conseller de Cultura valenciano al que responsabiliza de ser el muñidor de la creación de "una policía lingüística para espiar a docentes y a niños con la misión de hacer listas de buenos y malos valencianos". Vicent Marzà (Compromís), remata el político del PP, se ha revelado como un "peligro" para la convivencia de los valencianos.

Siguiendo el hilo de su reflexión en "El Mundo", el equipo de espías ha sido reclutado para emitir informes sobre quién usa cada una de las lengua en el comedor, en las reuniones del AMPA y hasta en 32 escenarios de diferentes objetos de esa "investigación". "No quiero pensar en cómo afectarán esos informes secretos para la carrera profesional de los docentes, aunque conociendo lo que está ocurriendo en Cataluña nos lo podemos imaginar", añade el ex juez.

"Ni la madre que la parió"

El remate del artículo no tiene desperdicio: "El complemento a esta disparatada política de la Conselleria de Educación lo encontramos en su apoyo a entidades catalanistas a las que está regando con cientos de miles de euros, mientras que se las niega a organizaciones valencianistas. Es un claro ejemplo de ingeniería social, con la finalidad de adoctrinar a nuestros hijos y que a nuestra Comunidad Valenciana no la conozca dentro de unos años ni la madre que la parió".

La postdata es un recado para sus compañeros de hemiciclo: "... menudo papelón el de los senadores socialistas votando en contra de que llegue a la Comunidad Valenciana el dinero que evite los recortes sociales anunciados por la Generalitat".