La mitad de los hogares tendrán a partir de hoy un nuevo miembro en la familia

En los hogares valencianos hay más perros que niños. Prácticamente la mitad de casas que cuentan con animales de compañía tendrán a partir de hoy un nuevo miembro en la familia a raíz de la reforma legislativa que deja de considerarlos “bienes o cosas” y pasa a catalogarlos, a ojos de la ley, como "seres dotados de sensibilidad". 

Este regalo de año nuevo, conocido como Nueva Ley de Bienestar Animal, permitirá a los animales -y las mascotas en particular- poder devolverles parte de los beneficios que aportan a los seres humanos. La nueva normativa garantizará su protección frente a comportamientos “aberrantes'', especialmente en casos de divorcios o embargos, pero también servirá para constatar una realidad asumida desde hace años por gran parte de la sociedad. 

De hecho, el origen de la propuesta legislativa se encuentra en la iniciativa popular orquestada por el Observatorio Justicia y Defensa Animal, que se inició en 2015 y recogió más de 500.000 firmas. La nueva ley fue aprobada definitivamente el 2 de diciembre de 2021 por el pleno del Congreso de los Diputados a partir de una proposición de Ley del PSOE y Unidas Podemos que fue objeto de varias enmiendas en el Senado y finalmente salió adelante con el apoyo de todos las formaciones salvo VOX, que votó en contra, y el PP, que se abstuvo.

Esta norma repercutirá directamente en los casos de rupturas familiares, ya sean matrimonio o parejas. Si no hay acuerdo sobre la tenencia de la mascota, será un juez quien defina la cuestión y su decisión a favor de uno o ambos será atendiendo al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal. En España cada año se divorcian alrededor 100.000 personas de las cuales 30.000 tienen una mascota. A través de esta ley habrá herramientas jurídicas que permitirán acordar gastos de manutención y cuidado del animal.

El BOE indicó el pasado mes de diciembre que “la autoridad judicial confiará para su cuidado a los animales de compañía a uno o ambos cónyuges y determinará en su caso la forma en la que el cónyuge al que no se le han confiado podrá tenerlos en su compañía, así como el reparto de las cargas y gastos asociados al cuidado del animal, todo ello atendiendo al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal”.

Además se evitarán situaciones como que, en caso de accidente de tráfico, los animales tengan la misma consideración que una maleta y no exista obligación de atenderlos, así como que puedan ser embargados como cualquier objeto material. Desde el momento en el que el animal ya no puede ser considerado como una propiedad, esta práctica "aberrante" ya no será posible.