¿Qué le pasa al tinte de pelo de Donald Trump?

El pelo siempre cambiante de Donald Trump revela su impaciencia y aversión por quedarse quieto durante el proceso de tinte, desafiando a sus peluqueros, según publica la revista Page Six

Donald Trump: más allá del cabello cambiante

El misterio de los tintes capilares

Desde hace un tiempo, la imagen de Donald Trump ha desconcertado a muchos debido a su cabellera siempre cambiante, que oscila entre tonos de rubio plateado claro,  amarillo pollito, rubio oscuro y naranja brillante.

Este peculiar rasgo estilístico ha suscitado preguntas y comentarios, llevando a los entendidos a desvelar las verdaderas razones detrás de esta metamorfosis capilar.

El dilema de los peluqueros

Una fuente cercana a los peluqueros de Donald Trump, ha revelado a la revista Page Six revela que los peluqueros de Trump enfrentan un desafío constante para mantener la consistencia en el color de su cabello.

Aunque suene trivial, el motivo detrás de estos cambios radica en la impaciencia del expresidente, quien, según la fuente, rara vez se toma el tiempo necesario para que el tinte haga efecto.

Este apuro constante deja a los estilistas lidiando con un dilema: cuanto menos tiempo tengan, más naranja se torna su cabellera, debido a la dificultad para lograr los tonos rubios oscuros asociados con su juventud.

El desprecio por el tinte capilar

Resulta que Trump no es fanático de los tintes capilares. Según la misma fuente, el magnate "odia" someterse a este proceso.

Su afán por acelerar las visitas al peluquero, donde su color puede cambiar cada pocas semanas, demuestra su aversión a permanecer inmóvil durante el tiempo necesario para fijar el color. Esta dinámica explica por qué su cabello se vuelve más claro cada vez que lo lava, añadiendo un matiz adicional a la ya misteriosa transformación capilar.

La Transformación en 2020

Fue en el año 2020 cuando la gente comenzó a notar la apariencia cambiante de Trump. Comentarios publicados por Vogue destacaron que su característico cabello rubio había sido "reemplazado por un nuevo tono plateado brillante".

Esta metamorfosis impulsó al sitio de estilo de New York Magazine, The Cut, a informar que Trump había "dejado de teñirse el cabello" y que su nuevo peinado plateado sería permanente. Sin embargo, como veremos, las apariencias pueden ser engañosas.

Estrategia de imagen para la nominación republicana

Más allá de las excentricidades capilares, las fuentes indican que la transformación de Trump no es simplemente estética. Su cambio de imagen, que incluye desde corbatas de colores pastel hasta trajes de corte más delgado, se vincula estrechamente con su posición como favorito para la nominación del Partido Republicano.

Este rediseño busca modernizar su imagen y proyectar una apariencia más juvenil, ayudado por su esposa Melania. Buscan lograr un contraste con el presidente Biden, atrayendo así a votantes más jóvenes.

La pérdida de peso y sus implicaciones

Otro aspecto notable en la vida de Trump es su pérdida de peso, un tema que ha generado especulaciones y preocupaciones sobre su bienestar. Se habla de una disminución de "7 tal vez 9 kilos", atribuida a su ajetreada agenda que, según él, no le deja tiempo para comer adecuadamente.

En declaraciones a Fox News, Trump compartió que su rápida pérdida de peso se debe a su ajetreo constante, afirmando haberlo logrado "de la manera más difícil" a través del trabajo

Este cambio físico ha suscitado interrogantes sobre su capacidad para enfrentar los asuntos legales que enfrenta mientras busca volver a ser la opción republicana.

Desmitificando los rumores sobre medicamentos adelgazantes

A pesar de las especulaciones, Trump ha negado rotundamente estar utilizando medicamentos adelgazantes como Wegovy u Ozempic. En sus propias palabras, ha desafiado las conjeturas que sugieren que recurre a estas sustancias para disminuuir su peso.

La rutina ajetreada y sus desafíos alimenticios

En sus declaraciones a Fox News, Trump reveló que su apretada agenda le impide seguir una rutina alimentaria convencional. Argumentó que no puede sentarse a comer como una persona común, señalando que su situación es "un poquito más dura". Esta declaración plantea preguntas sobre cómo su estilo de vida acelerado podría afectar no solo su salud física, sino también su capacidad para enfrentar los retos políticos que se avecinan.

En resumen, más allá de la superficie de cambios capilares y pérdida de peso, la vida de Donald Trump sigue siendo un fascinante campo de estudio, donde la estética y la salud se entrelazan con las complejidades de la política y la búsqueda de la nominación republicana. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.