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Cristiano Ronaldo I de Arabia
Cristiano Ronaldo I de Arabia

A Florentino se le complica la Superliga: Arabia ha llegado con su Liga Estado

Ocho de los diez jugadores mejor pagados del mundo militan en la Liga saudí. Los patrocinadores, las televisiones y los espectadores encuentran el producto que buscaban en esa competición

| Miguel Queipo de Llano Deportes

La Superliga, ese proyecto faraónico encabezado por Florentino Pérez que pretendía acabar con el poder superior de la UEFA para, aglutinando a los mejores clubes del mundo, crear una macrocompetición donde las entidades deportivas más valiosas midieran sus fuerzas y así atraer a los patrocinadores, las televisiones y los espectadores, se ha encontrado de repente con la horma de su zapato. Es la Liga de Arabia Saudí, una competición que hace un año no conocía absolutamente nadie (salvo Álvaro Medrán, ex canterano madridista que se buscó la vida allí antes que nadie) pero que ahora es, con permiso de la Premier, la competición futbolística más atractiva el mundo.

Parafraseando a Florentino Pérez, que tanto se quejó de lo que llamaba "clubes estado" (entidades futbolísticas que tenían el apoyo financiero directo o indirecto de organismos políticos locales o nacionales), ahora han surgido las "ligas estado", cuyo primer exponente, el que va a cambiar el panorama futbolístico mundial si no lo ha hecho ya, es Arabia Saudí.

 

Lean ustedes con delicadeza el post (antes llamado tweet) sobre estas líneas. En Arabia, gracias al dinero destinado por el Gobierno para dar a conocer internacionalmente los avances sociales y de derechos humanos del país (a todas luces insuficientes, aunque alguna mejora hay), los clubes de fútbol son auténticas constelaciones de estellas futbolíticas. Miren bien: Cristiano, Neymar, Mané, Benzema, Kante, Mahrez... Jugadores por los que hasta el verano pasado suspiraban todas las superpotencias futbolísticas mundiales y que han decidido irse, ay, a hacer las Arabias. Sólo Messi, que prefirió Miami quizás porque no se fiaba de todo lo que vendría después, supo resistirse. Pero... ¿y el resto? De los ocho jugadores mejor pagados del mundo, ocho están en Arabia. Cambia el orden mundial.

Arabia Saudí ha demostrado que su estrategia es la mejor. Dijo Luis Usera, presidente del Real Madrid justo antes de la Guerra Civil (lo fue entre 1930 y 1935) en una frase que erróneamente Florentino Pérez achaca a Santiago Bernabéu, que "buen equipo es igual a buenas recaudaciones", y por eso fichó a Zamora, Ciriaco y Quincoces de una tacada, para llenar Chamartín. Los árabes han decidido hacer lo mismo: sus clubes no tendrán la solera de un Real Madrid, de un Barcelona, de un Milan, de un Bayern o de un Liverpool, pero tienen el dinero por castigo y, desde este verano, los mejores jugadores.

La Superliga de los jugadores

Los patrocinadores miran a Arabia. Las teles miran a Arabia porque su liga interesa y si se retransmite atraerá a audiencia, que los patrocinadores anteriormente citados querrán explotar. Es el círculo perfecto. Si se llevan a los mejores jugadores gracias a que tienen más dinero que nadie y a que su legislación nacional no se tiene que desarrollar en torno a invenciones como las del fair play financiero, antes o después todos los buenos jugadores del mundo acabarán allí. Y será la Superliga. La Superliga de los jugadores, no de los clubes. Un serio enemigo para las ideas de Florentino Pérez.