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Sánchez se va de vacaciones con todos los frentes abiertos y más solo que nunca
La crisis en el Ayuntamiento de Barcelona, la joya de la corona de los socialistas, y el caos en RTVE son los últimos rotos para el presidente en unas "vacaciones horribilis".
Este miércoles de operación salida general, el Gobierno y el Parlamento colocan también el cartel de cerrado por vacaciones. Y pese al optimismo que trata de vender Moncloa -basta ver la comparecencia de Félix Bolaños este martes tras el Consejo de Ministros-, Pedro Sánchez descansará esta Semana Santa con todos los frentes pendientes abiertos y dos de nuevo cuño: RTVE y el Ayuntamiento de Barcelona.
La ley de amnistía -el primero de esos frentes- está ya en el Senado, donde al PSOE le espera un auténtico calvario. Los PGE, ya guardados en un cajón, derivan en el galimatías de la prórroga de las viejas cuentas.
Tampoco la renovación del CGPG va como Moncloa preveía dado que el comisario Reynders ha dado la espantada a la mediación por sus aspiraciones a presidir el Consejo de Europa.
También la mesa bilateral con la Generalitat posibilista de Pere Aragonés va a dormir el sueño de los justos tras el adelanto electoral del 12M y la campaña vasca va a congelar el apoyo de los socios vascos de Sánchez, los menos estridentes para el PSOE, de PNV y Bildu.
Y ahora, por si no fuera ya inquietante este panorama, un incendio en TVE con un 155 gubernamental que ha provocado la indignación de los trabajadores de la cadena pública y un dedazo que vaticina polémica.
Las votaciones de este martes en el Consejo, con vocales alineados pese a su distinta adscripción ideológica demuestra que en el conglomerado de Sánchez se ha instalado el sálvase quien pueda.
