El zarpazo de Ciudadanos al PSOE echa por tierra los cálculos del PP

"Mañana -por este viernes- hará 4 años que los españoles confiaron en el @PPopular para salir de la crisis. #España ha cambiado para mejor #EspañaEnSerio", escribió este jueves el equipo de Mariano Rajoy en su cuenta de Twitter.

El aniversario de su victoria por mayoría absolutísima coincide con un momento de incertidumbre y nervios para el Partido Popular. Qué distintas las generales de 2015 a las de 2011, cuando la única incógnita era saber por cuántas decenas escaños ganaría Rajoy a Alfredo Pérez Rubalcaba.

A un mes del 20 de diciembre hay preocupación en Génova 13. Hasta hace semanas, los populares confiaban en que a partir de mediados de noviembre las encuestas se fueran estabilizando en su beneficio; pero no está ocurriendo así, reconocen desde el comité de campaña a ESdiario. No obstante, nadie discute la primera plaza.

El posible sorpasso de Ciudadanos al PSOE, que está perdiendo votos a manos llenas por culpa de Albert Rivera, ha echado por tierra los cálculos del PP. Ahora que Pedro Sánchez había conseguido contener la hemorragia hacia Podemos...

¿Y cuáles eran esos cálculos? El PP contaba con haber alcanzado en los sondeos el 30% de porcentaje de voto a estas alturas de la carrera electoral, y sin embargo en ninguno ha llegado a esa meta psicológica; sino que ronda de media el 28%. 

Y contaba también con que Sánchez y Rivera no llegarían tan igualados a esta recta final como para que C's disputara la segunda plaza al PSOE; sino que pensaba que el socialista aventajaría claramente a Rivera. Por contra resulta que a cuatro semanas del desenlace ambos se mueven no muy lejos del 20%.

El problema de tener dos rivales tan igualados en fuerzas es que el PP ha diseñado una campaña centrada en cuerpo y alma en combatir al PSOE. El propio Rajoy ha repetido mucho en los últimos meses que su enemigo político es Sánchez y que no hay que desviar la atención de ahí. Por eso, por ejemplo, se niega a debatir con alguien más que el socialista.

Además, al PP tampoco le conviene declarar la guerra a Ciudadanos siendo conscientes, como lo son los populares, de que van a necesitar a Rivera el 21 de diciembre. Así que los populares explican que pese a los sondeos no tienen ninguna intención de entrar en un cuerpo a cuerpo con C's y que seguirán rebatiendo sus propuestas con datos, pero nada más. 

No obstante, dado que aún hay una bolsa flotante del 30% del electorado entre indecisos y abstencionistas, un mes puede ser una eternidad. Y lo va a ser.