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La exvicepresidenta y exportavoz del Consell, Mónica Oltra, comparece en rueda de prensa tras el Pleno del Consell, en el Palau del Marqués de Castellfort, a 10 de junio de 2022
La exvicepresidenta y exportavoz del Consell, Mónica Oltra, comparece en rueda de prensa tras el Pleno del Consell, en el Palau del Marqués de Castellfort, a 10 de junio de 2022

Las minas que deja Mónica Oltra: Ni una plaza nueva en residencias en 11 años

El fracaso de la gestión de la exvicepresidenta de Compromís con las residencias de mayores mantiene el sistema hundido años después.

| Sonia García Edición Valencia

Más allá de su absolución por el presunto encubrimiento de abusos sexuales a una menor por parte de su exmarido, el paso de Mónica Oltra por el Consell es más que cuestionable. Su gestión en el acceso a la dependencia, los centros de menores y en las residencias de mayores así lo constatan. Dejando una regulación fracasada y una deuda desorbitada, no ha sido capaz de crear ni una plaza nueva en residencias en ocho años. 

En la Comunidad Valenciana se necesitan 23.000 plazas para cumplir la ratio exigida por la Organización Mundial de la Salud, es decir, cinco profesionales por cada 100 personas mayores. En este contexto deficitario el fracasado plan estrella de Mónica Oltra para la creación de nuevas residencias, el Plan Convivint, terminó con tan solo el 6% del presupuesto ejecutado. Se contemplaba la creación de 29 nuevos centros, de los cuales, no existe ninguno a día de hoy.

Cuatro de ellos se encuentran en disposición de licitar la obra. Si se licitaran ya, el plazo aproximado es de dos años, por lo que no estaría en funcionamiento hasta 2026. Desde que en 2015 Compromís tomó el poder hasta 2026, ni una plaza nueva en once años. Cuando se construyan los citados cuatro centros nuevos, se crearán 400 plazas nuevas aproximadamente. El déficit continuará siendo de 22.600 plazas por el legado heredado de once años de inacción y bloqueo total. 

También fracasó su intento de estatalización de la gestión de las residencias. Si el objetivo de la Ley botánica de 2019 era establecer la gestión directa, finalmente no fue capaz de llegar a un acuerdo con los agentes sociales y se congeló. Los contratos fueron venciendo sin que se procediera a la licitación de los nuevos contratos. Las adjudicatarias a día de hoy siguen prestando el servicio sin contrato bajo la modalidad de expediente de enriquecimiento injusto, es decir, se les paga las facturas con nueve meses de retraso y al menor precio del contrato antiguo.

En definitiva, no solo no se han construido nuevas residencias para cumplir los estándares mínimos de calidad, sino que la bola crece y cada vez la Generalitat le debe más y más millones de euros a las empresas que gestionan las residencias mientras estas a su vez se encuentran infrafinanciadas al borde del colapso. Es un vértice del gran agujero heredado en la Comunidad Valenciana, la más endeudada de España

El Plan Convivint se ha demostrado un gran farsa. A un buen número de los ayuntamientos les  confirmaron un centro. Sobre el papel todo muy bonito. A Oltra se le olvidó presupuestarlos y tampoco  dio delegaciones de competencias a los ayuntamientos. Una auténtica farsa. Incluso pintaron los fondos europeos (MMR) por una cantidad muy superior a los concedidos. En resumen, se generaron expectativas no cumplidas, engañaron a los trabajadores dejando en el aire sus puestos de trabajo al no licitar las residencias y dejarlas en enriquecimiento injusto y sin pagar, con facturas en cajones desde 2018. Oltra planificó unos servicios sociales imposibles de gestionar y mantener.