| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La presentadora de 'TardeAR', Ana Rosa Quintana, durante el programa de Telecinco.
La presentadora de 'TardeAR', Ana Rosa Quintana, durante el programa de Telecinco.

El último guiño de Ana Rosa a Ayuso en 'TardeAR' pone a rabiar a la izquierda

La presentadora de Telecinco aprovechó un momento del programa para tener un gesto de apoyo con la presidenta madrileña utilizando el lema que tanto duele del "me gusta la fruta".

| Raúl Puente Medios

Durante el programa de este jueves Ana Rosa Quintana y varios de sus colaboradores trataron el tema, con motivo de la entrada de la primavera, de las frutas de temporada y los beneficios para la salud de consumir este tipo de alimentos. Para ello contaron con la visita de un frutero que fue contando las propiedades de cada una de ellas y en el momento de la despedida, a la presentadora de TardeAR se le ocurrió lanzar un guiño en favor de Isabel Díaz Ayuso utilizando la famosa frase del “me gusta la fruta”.

El contexto era el perfecto y Ana Rosa despidió la sección con esas cuatro palabras entre las risas del resto de colaboradores. Lo hizo después de que el frutero en cuestión (Daniel Pacheco) le regalara una manzana a la periodista "en honor a que está tan bien, tan saludable, tan guapa y tan recuperada" tras el cáncer de mama que le diagnosticaron el año pasado. Con la pieza de fruta en la mano hizo esa reivindicación, poniendo el acento y haciendo una pausa para que todo el mundo entendiera el mensaje: "Hay que tomar mucha fruta porque…me gusta la fruta".

Cuatro palabras que no gustan en la izquierda política ni mediática y que la periodista utilizó, aunque de manera seguramente espontánea, con una evidente intención de apoyo a la presidenta de la Comunidad de Madrid que de un tiempo a esta parte se ha convertido en el principal objetivo de una fiera campaña de acoso y derribo. Una anécdota que ha puesto a rabiar a los detractores tanto de Ana Rosa Quintana como de Ayuso en las redes sociales.

 

Y es que este guiño no llega en un momento cualquiera, ya que la máxima dirigente madrileña es el centro de la campaña del Gobierno y la izquierda mediática por la investigación a su pareja Alberto González. Todo ello para intentar tapar la amnistía o el caso Koldo, encendiendo el ventilador para desviar la atención y poner el foco de la ira encima de su objetivo favorito.