| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Mercedes abre el camino a utilizar rayos X en los crash test

La firma alemana quiere mejorar la seguridad vial en el mundo de la manera más innovadora. Por ello es la primera firma automovilística en utilizar rayos X para monitorizar los crash test.

| Motor Lobby Motor

El sector automovilístico está siempre en una constante búsqueda de avances tecnológicos en las pruebas de choque. En su investigación, Mercedes-Benz en colaboración con el Instituto Fraunhofer de Dinámica de Alta Velocidad y el Instituto Ernst Mach (EMI) en Friburgo han decidido realizar una prueba del primer accidente con rayos X del mundo utilizando un vehículo real, en este caso un Clase C. 

La prueba se ha realizado con con un impacto de 60 km/h que embiste a una berlina naranja de la Clase C y le da de pleno en el costado. Los crash tests son siempre algo especial, incluso para los expertos. Pero la parte realmente espectacular de esta prueba de impacto lateral se encuentra en una estructura situada en el techo del pabellón, encima del vehículo: un acelerador lineal funciona como cámara de rayos X. Junto con el Instituto Fraunhofer de Dinámica de Alta Velocidad, el EMI
(Instituto Ernst Mach) de Friburgo, Mercedes-Benz ha llevado a cabo el primer crash test monitorizado con rayos X del mundo con un coche real. A bordo iba un maniquí SID II en el lado izquierdo, de cara al impacto. Se trata de un espécimen de prueba con anatomía femenina, especialmente diseñado para las pruebas de impacto lateral.

Esta demostración tecnológica en las instalaciones de investigación del IME en Friburgo ha demostrado que la tecnología de rayos X de alta velocidad puede utilizarse para visualizar procesos de deformación interna altamente dinámicos. De este modo, deformaciones hasta ahora invisibles y sus procesos exactos se vuelven transparentes. Las numerosas imágenes de alta resolución permiten un análisis preciso que ayudará a localizar con mayor facilidad los problemas y mejorar la seguridad vial.

“El crash test con rayos X de Mercedes-Benz marca un hito en las herramientas de desarrollo del futuro. Con una visión directa del interior del vehículo, puede ayudar a sacar conclusiones importantes para seguir mejorando la seguridad de los vehículos. Mercedes-Benz confirma así su papel pionero en materia de
seguridad en la ingeniería automovilística", ha comentado Markus Schäfer, Miembro del Consejo de Administración de Mercedes-Benz Group AG. Director de Tecnología, Desarrollo y Compras.

Además, la firma de automóviles lleva varios años investigando el uso de la tecnología de rayos X en los crash tests junto con los compañeros de EMI. El factor decisivo para este avance fue el uso de un acelerador lineal con tecnología de 1 kHz como fuente de radiación. El dispositivo es mucho más potente que los flashes de rayos X utilizados anteriormente en los ensayos: la energía fotónica del acelerador lineal es de hasta nueve mega electronvoltios. Esto permite analizar todos los materiales utilizados habitualmente en la construcción de vehículos. La duración del pulso de rayos X es de
sólo unos microsegundos. Esto permite registrar los procesos de deformación en la prueba de colisión sin desenfoque de movimiento. Además, el acelerador lineal genera un flujo continuo de estos impulsos de rayos X. Esto significa que se pueden obtener hasta 1.000 imágenes por segundo. Es decir, unas 1.000 veces más que con los sistemas de rayos X convencionales.

“El éxito del crash test con rayos X nos proporciona información valiosa para optimizar aún más nuestra tecnología de captación de información hasta ahora inaccesible. El Fraunhofer EMI prosigue así de forma consecuente su estrategia de utilizar imágenes de rayos X de alta velocidad para hacer visibles los procesos dinámicos”, afirma Kurfiss.

El primer crash test  público del mundo con dos vehículos totalmente eléctricos en otoño de 2023 demuestra que la seguridad en Mercedes-Benz no es una cuestión del sistema de propulsión. Los modelos SUV EQA y EQS chocaron entre sí en un escenario real a una velocidad de 56 km/h y con un solapamiento del 50%. La prueba confirma el alto nivel de protección de los ocupantes: el habitáculo y la batería de alto voltaje de ambos vehículos permanecieron intactos según lo previsto, las puertas pudieron abrirse y los sistemas de alto voltaje se desconectaron automáticamente.