El punto negro para el lince ibérico está en una carretera de Jaén

La población de lince ibérico se recupera poco a poco en Andalucía gracias a los programas de conservación que llevan décadas trabajando para evitar la extinción de la especie. Los resultados son positivos e incluso se buscan nuevos espacios más allá de Despeñaperros para albergar nuevas poblaciones y conectar las actuales, como es el caso del Parque Nacional de Cabañeros y la finca de Quintos de Mora, en Toledo y Ciudad Real.

En el año 2022 se estimó una población de 1.365 ejemplares en libertad distribuidos principalmente por Andalucía (en los parques de Doñana, Sierra de Andújar, Sierra de Cardeña y Montoro y Sierra de Cazorla), aunque los linces se expanden hacia Extremadura, Portugal y Castilla La Mancha.

Las carreteras: su principal amenaza

Sin embargo, el lince necesita de un gran territorio para poder vivir y este requisito hace que sufra la presión humana. Y uno de esos lugares que se han convertido en un 'punto negro' para este mamífero único en el mundo está en una carretera de Jaén, donde mueren atropellados.

Al respecto ha alertado la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas (Siece) que ha solicitado a la Junta de Andalucía a actuar "urgentemente en el aislamiento" de la carretera A-301 La Carolina-Úbeda (Jaén) "para evitar el atropello continuado" del lince ibérico. "El pasado fin de semana del 28 y 29 de octubre tuvo lugar en el mismo punto kilométrico el atropello de dos" ejemplares.

Lince atropellado en Doñana.

A pesar de las numerosas medidas en la zona por parte del Gobierno andaluz, ya que el tramo de carretera está señalizado con reducción de velocidad específica por el paso de linces, entre Vilches y el río Guadalén, se tiene constancia de que "tienen un paso habitual y son recurrentes los atropellos".

La Junta de Andalucía ha explicado a ESdiario que esta carretera está debidamente señalizada con vallas y limitaciones de velocidad y han pedido precaución y respeto en esta vía, ya que "desgraciadamente el riesgo ceno no existe" por lo que es necesario hacer un llamiento a la conciencia colectiva.

El vandalismo afecta a los linces

Siece ha explicado que, tras una inspección ocular de la zona, se observa que se han sustraído tramos de valla y puertas que se construyeron para evitar que los linces cruzaran esta vía que une La Carolina y Úbeda. Por tanto, quedan "huecos por donde los animales pueden pasar al asfalto" y se convierte en "una trampa mortal", a lo que ha sumado que la "altura claramente insuficiente" del vallado.

"Esa carretera es una de las más problemáticas de Andalucía, por el atropello de todo tipo de fauna -jabalí, tejón, zorro, garduña, perros, gatos, búho real, milano negro, mochuelo europeo...-", ha comentado Siece, que ha subrayado que no solo hay riesgo para los animales, sino que "es más que patente" para los conductores por "accidentes que se pueden saldar con heridos e incluso muertes al intentar esquivar los obstáculos de la vía".