Un médico habla claro sobre las bebidas energéticas: no te dan alas

Los atractivos anuncios de bebidas energéticas han extendido su consumo entre la población más joven a pesar del riesgo que suponen para la salud. Su contenido es toda una 'bomba' para los adolescentes, que son sus principales clientes, lo que ha provocado que algunas comunidades como la gallega hayan decidido regular su venta entre menores.

Sobre los efectos de este producto ha hablado muy claro el médico Fernando Fabiani en el programa 'Despierta Andalucía' de Canal Sur, que ha señalado que se trata de "falsas bebidas energéticas", ya que tras ingerirlas "sigues sin energía pero encima más nervioso".

Según el experto, gran parte de los problemas que generan es su forma de consumirlas, debido, fundamentalmente, al envase en el que se fabrican. La mayoría de las latas son de medio litro, donde se concentran "dos cafes expresos y entre seis y ocho sobres de azúcar en una sola lata".

Conlleva otros riesgos

Además de los problemas para la salud al ingerir estas 'bombas' de cafeina y azúcares, que lejos de 'dar alas' lo único que hacen es alterar el estado de cualquier persona, más aún si es joven. Fabiani ha señalado que provocan insomnio, irritabilidad, ansiedad y efectos cardiovasculares, como subida de tensión o taquicardia.

Pero además, según señala el médico, el consumo agudo de estas bebidas se empiezan a relacionar con el consumo de otros estimulantes. "Estás como una moto y se dan asociaciones con con otros comportamientos de riesgo", ha alertado.

"No te dan energía. Te ponen nervioso". El médico Fernando Fabiani @FernandoFabiani habla de los riesgos de las bebidas energéticas después de que Galicia se haya planteado prohibir su venta a menores. Entrevista completa👇

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— Despierta Andalucía (@DespiertaCSur) October 23, 2023

Ante estos efectos la prohibición del consumo para menores está cada vez más cerca. Y entre tanto, desde el ámbito sanitario se proponen soluciones intermedias como impedir su venta cerca de centros escolares, limitar su publicidad o incluir alertas en los propios envases, como ya ocurre con el tabaco.