Las redes se llenan de un mensaje "criminal" contra el presidente de Vox y el periodista en el ojo del huracán. Y éste es el origen del macabro juego.
"Matar a Abascal". "Matar a Merlos". Son las dos frases quizá más virales del fin de semana, y tienen como inquietantes protagonistas al presidente de VOX y al periodista inmerso en una tempestad por su episodio de infidelidad retransmitido a toda España mientras hacía un directo para el programa de Javier Negre en Youtube.
¿Pero van en serio y Twitter, la red donde más se ha extendido, lo permite mientras cierra perfiles y borra mensajes bastante menos escandalosos? La explicación a todo parece ser un juego macabro que ha triunfado: se propone a los ciudadanos construir una frase mezclando a su vez los nombres y situaciones que aparecen en tres columnas.
Se elige cada una de ellas en función del mes de nacimiento, la primera letra del propio nombre y la última cifra del teléfono personal, de manera que al final sale una frase completa teóricamente cómica. Se entiende mejor viéndolo:
Lo curioso es que Abascal y Merlos se han hecho TT, y en la combinación más desagradable de todas, a la vez que no aparecían otros nombre de políticos y periodistas de otros flancos ideológicos y editoriales, lo que ha suscitado la sospecha de que el juego era cualquier cosa menos inocente. Incluso VOX ha protestado, de manera enérgica:
Twitter ha tolerado que sea tendencia toda la tarde 'Matar a Abascal'.
— vox_es (@vox_es) May 9, 2020
¿Por qué eso no es delito de odio @TwitterEspana? ¿Por qué lo habéis permitido? ¿Si hubiese sido 'Matar a Pedro Sánchez' habríais actuado igual? #TwitterResponde pic.twitter.com/DW0wik9ZTm
Y el remate a toda la "broma" ha sido, como era de esperar, una alternativa al juego en cuestión en el que los resultados y los protagonistas eran bien distintos, con truco incluido para que saliera lo que su impulsor buscaba:
Me ha salido matar a Pablo Iglesias con ayuda de Abascal pic.twitter.com/OBFPXY16Tt
— Manuel Mariscal fan account (@russian_bot88) May 9, 2020
¿Era un juego o una campaña? Quizá las dos cosas. Pero lo es seguro es que ha logrado su objetivo: no se ha hablado de otra cosa durante horas. En tiempos de virus, jugar con la viralidad, no obstante, no parece la mejor idea.