| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez observa a Puigdemont en el Parlamento Europeo
Pedro Sánchez observa a Puigdemont en el Parlamento Europeo

El Gobierno se revuelca en el lodo: Bildu, un “partido progresista democrático”

Siempre se puede caer más bajo: la estrategia de Sánchez requiere normalizar absolutamente las relaciones del PSOE con Bildu, Junts y ERC a la vez que dibujar a Vox y PP como fascismo

| ESdiario Editorial

Tocar fondo no quiere decir que no se pueda caer más bajo. Se puede comenzar a excavar en la inmundicia. Y eso es lo que está haciendo el PSOE. Este miércoles, los socialistas llegaron a un acuerdo con Bildu para presentar una moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona y entregarle la alcaldía a los proetarras. Nuevo pago de Pedro Sánchez a los enemigos de España para conservar el poder.

El “pacto encapuchado” en Pamplona, como así lo calificó el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, recibió la bendición del Gobierno de España por boca del ministro de Transportes, Óscar Puente. “Yo digo sin complejos que no tengo ningún problema en que un partido progresista democrático se haga con una alcaldía en España. Ninguno”, dijo el ministro sin que nadie le haya enmendado o corregido o matizado.

El Gobierno sanchista admite orgulloso, sin complejos, sus pactos con los herederos de ETA porque son un partido “progresista democrático”. Otro ladrillo en el muro que quiere levantar Sánchez para aislar a la derecha o, mejor dicho, a los constitucionalistas, porque el PP y Vox son prácticamente los dos únicos partidos que defienden la vigencia plena de la Carta Magna.

Esa estrategia de Pedro Sánchez requiere normalizar absolutamente las relaciones del PSOE con Bildu, con Junts y con ERC a la vez que dibujar a Vox e incluso al PP como el fascismo, la “gran amenaza” para la convivencia en España y en Europa. Sánchez cree que tiene por delante cuatro años para convencernos de que Carles Puigdemont es un demócrata incomprendido, Arnaldo Otegi un hombre de paz, progresista y democrático y Oriol Junqueras una víctima de un conflicto político en Cataluña.