A Mas ya no le vale el martirologio: los catalanes le dan la espalda

El 51,9% de los catalanes está en contra de que el Parlament impulse actos de desobediencia, según un sondeo elaborado por el Gabinet d´Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para El Periódico de Catalunya publicado este domingo.

La propuesta soberanista de Junts pel Sí y la CUP, presentada el 27 de octubre, que plantea que Cataluña ya no se supedite a la legalidad española y abre la puerta al desacato, obtiene el apoyo del 35,6% de los encuestados.

La mejor salida para casi la mitad de los preguntados (46,5%) pasa por intentar reclamar de nuevo al Estado la celebración de una consulta acordada, una solución "a la escocesa" que a día de hoy tan sólo defiende Podemos, entre los cuatro principales partidos españoles.

Esta sería la opción de la mayoría de votantes del PSC, Catalunya Sí que es Pot, Unió e, incluso, la CUP, y también sería una solución que apoyarían los seguidores de Ciutadans, con un 41,3% frente al 39% que preferiría la convocatoria de nuevos comicios.

Los votantes de JxSí se muestran divididos en este aspecto: pese a no haber podido realizar un referéndum legal y autorizado hace un año, el 45,3% preferiría intentar explotar con el nuevo Gobierno español que se constituya después del 20 de diciembre una consulta pactada, mientras que el 41,5% aplaudiría la ruptura unilateral y el 18,7% apostaría por proclamar una Declaración Unilateral de Independencia (DUI).

Sobre la investidura del presidente de la Generalitat, el 67,6% de los electores de la CUP rechaza apoyar a Artur Mas, y sólo el 26,2% de quienes votaron a la CUP el pasado 27S son partidarios de allanar la reelección de Mas.

La mitad de los encuestados (52,6%) son contrarios a que la CUP respalde al líder convergente, mientras que un tercio (34,5%) se muestra favorable.

A Mas no le bastaría con la abstención de los diez diputados de la CUP para ser proclamado, sino que necesitaría que al menos una parte de ellos pulsasen el botón del ´sí´.

El 77% de los afines a la coalición que agrupa CDC y ERC opinan que la CUP debería respaldarle, mientras que la oposición a la continuidad de Mas supera el 85% entre los votantes del PSC, el 89% entre los de Cs y Catalunya Sí que es Pot y roza el 94% entre los del PPC.

El plan B de Mas

Con este panorama y ante una situación de atasco, Mas ya sopesa un nuevo escenario electoral. Tras la primera votación de investidura, que tendrá lugar este martes, y que será fallida ya que Mas carece de suficientes apoyos (PP, PSC, Catalunya Sí Que es Pot y Ciutadans votarán en contra), las leyes establecen un calendario de dos meses para constituir un gobierno con la investidura de un presidente o, de lo contrario, si el acuerdo no es posible, convocar nuevas elecciones. Según publica este domingo La Vanguardia, Mas tiene sobre la mesa esta última opción, y baraja la primera semana de marzo como fecha para una hipotética repetición del proceso.