La guerra entre Calvo y Montero le estalla en las manos a Sánchez: "Está celosa"

Irene Montero se cuida más las espaldas desde que tiene a Carmen Calvo cerca. El anteproyecto de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual ha elevado al máximo las hostilidades entre una y otra; provocando la primera gran crisis de un Gobierno de coalición en el que, hasta la fecha, todos fingían llevarse muy bien. 

De momento esta batalla la ha ganado la ministra de Igualdad, al conseguir imponerse al criterio de la vicepresidenta primera y del ministro de Justicia para llevar el anteproyecto a la mesa del Consejo de Ministros en la semana en que se celebra el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, la guerra será larga.

Desde el entorno de Montero deslizan que, conociendo a la número dos del Gobierno, las cosas no se van a quedar como están, sino que ésta intentará cobrarse la venganza. Y afirman que, en realidad, lo que no soporta Calvo es que Pedro Sánchez entregara el Ministerio de Igualdad a Unidas Podemos y que está "celosa". Ella que fue la autora de la famosa frase: "No bonita, el feminismo no es de todas. Nos lo hemos currado los socialistas". 

La propia ministra de Igualdad intentó quitar hierro este martes a la polémica en público, mientras por detrás su equipo echaba pestes contra la vicepresidenta, a la que acusa de torpedear la primera ley de Podemos y de tener un carácter "intratable" hasta para los ministros de su partido.  

Lo del fuerte carácter es un sambenito que acompaña a Calvo desde que era ministra de Cultura de José Luis Rodríguez Zapatero. El entonces presidente del Gobierno prescindió de ella porque se había peleado con varios ministros y con la mismísima María Teresa Fernández de la Vega, mano derecha de Zapatero.

También públicamente la vicepresidenta primera fue todo dulzura al declarar a su llegada este martes por la tarde al Senado que en el Gobierno están "todos muy orgullosos" con el anteproyecto. Pero, lejos de los focos, su entorno lleva días acusando a Montero y su equipo de inexperiencia y de no aceptar que en cualquier iniciativa legislativa deben intervenir varios ministerios. Especialmente el de Justicia. 

El equipo de Calvo niega que la también ministra de Presidencia tenga algo personal contra su compañera de Igualdad. Pero esta última no le cree una palabra. La guerra entre las dos no ha hecho más que empezar, y la mediación de Pablo Iglesias ni ha servido hasta la fecha ni parece que vaya a hacerlo en el futuro. ¿Hay sitio para ambas en el Consejo de Ministros?