Quim Torra echa un órdago a Sánchez: o hablan de independencia o no negociará

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha lanzado un nuevo ultimátum a Pedro Sánchez, con el que se encontrará la próxima semana, a pesar de no ser más que un cadáver político que tiene sus días contados al frente del Gobierno catalán, tras anunciar el fin de la legislatura y su ruptura con ERC, una ruptura que intenta suavizar, pero que ya es un hecho.

El presidente, que no es más que una marioneta de Carles Puigdemont, ha planteado en una entrevista en Cataluña Radio, la posición que mantendrá en el encuentro con el presidente del Gobierno, que no es otra que "Cataluña vuelva a votar sobre la independencia" y además, pretende negociar "las condiciones de un referéndum de independencia". Al mismo tiempo, ha señalado la necesidad de recuperar la figura de un mediador que arbitre los avances de la mesa de diálogo.

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 De hecho, ha asegurado que su exigencia es que en esa mesa se negocie la autodeterminación y la amnistía de los presos condenados por el procés. "Necesito saber en qué condiciones negociaremos lo que sea necesario negociar, que es el ejercicio al derecho autodeterminación y la amnistía. Es el encargo que tenemos. No es una cuestión del presidente, es también de ERC y la CUP". "La pregunta no es qué le ofreceremos nosotros. El Estado debe hacerse preguntas", ha dicho, para después añadir que "lo que está en cuestión en este país es cuánta democracia está dispuesta a asumir el Estado".

Además, en su deriva total, ha insistido en que a pesar de que ha sido inhabilitado, no se arrepiente "en absoluto" de haber colocado las pancartas de apoyo a los presos independentistas porque "la lucha por la libertad de expresión es una de las líneas rojas y no hay ninguna batalla pequeña". En este sentido ha apuntado que "el problema no es que yo colgara una pancarta, sino que no hubiera más colgadas". "Me habría gustado que en mi desobediencia también me hubieran acompañado otros", ha sentenciado, señalando directamente a ERC.

"Las decisiones las tomo yo"

Y es que la relación entre ambas fuerzas independentistas esta rota, una fractura que comenzó tras la no investidura de Puigdemont, un hecho que en JxCat todavía escuece y que se rubricó tras la retirada del acta como diputado por parte del Parlament, al que acusa directamente de este enfrentamiento.

De hecho, insiste en que "no era partidario de sacar a ERC del Govern, porque yo vengo de la unidad" y considera que siempre "ha velado para que los puentes en el independentismo no se rompan" y "la única manera de culminar el mandato del 1-O es con unidad". Sin embargo, ha querido dejar bien claro que "las decisiones las tomo yo como presidente".