La portavoz popular y la vicepresidenta se despiden del Congreso con una gran bronca con tintes electorales. Y, de paso, la ministra de Justicia vuelve a salir mal parada.
El Congreso de los Diputados ha visto este miércoles convertido su último pleno de control al Gobierno en el primer acto de campaña electoral. Y en un bronco debate que ha proseguido a los duros rifirrafes en la tribunal entre Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera, en la comparecencia del presidente.
Y después, ya en la sesión de control -la última de la legislatura antes de la disolución de las Cámaras, el turno ha sido para las número dos del Ejecutivo y del Grupo Parlamentario Popular. Nada nuevo, dado que Carmen Calvo y Dolors Monserrat han protagonizado en estos últimos ocho meses broncas sonadas.
En esta ocasión, el feminismo, el aborto y el papel de la mujer han centrado en agrio cara a cara entre Calvo y Monserrat. "Que no les arrastre la ultraderecha, que no se conviertan en negacionistas de la violencia de género. Las mujeres tenemos derecho a tener control sobre nuestra maternidad", ha criticado Calvo.
#SesiónDeControl Turno de la portavoz del @GPPopular, @DolorsMM, que pregunta a la vicepresidenta del Gobierno, @carmencalvo_, sobre su relato de los nueve meses del Gobierno pic.twitter.com/nC2pnCZPPC
— Congreso (@Congreso_Es) 27 de febrero de 2019
Pero Montserrat ha bajado los humos a la vicepresidenta denunciando el "feminismo de pancarta y de boquilla" del PSOE. Y le ha sacado a colación las grabaciones de la ministra Dolores Delgado y el puticlub del comisario Villarejo y la mención del libro de Pedro Sánchez a su llamada a Sálvame.
"El relato de su Gobierno no hay Tezanos ni Lozano que lo salve", ha afirmado. Citando una de las partes del libro, Montserrat ha cuestionado el compromiso feminista de Sánchez, que en su obra se refiere a la audiencia del programa Sálvame y menciona que existe el prejuicio de que en su gran mayoría lo ven "mujeres mayores e incultas".
Sólo que la referencia que hace Sánchez es que no por ese motivo un político debe renunciar a dirigirse a esa audiencia, que también vota, al tiempo que señala que él tiene amigos varones y profesionales de prestigio que también ven ese programa.
Montserrat también se ha referido a la ministra de Justicia como una "homófoba" por haber llamado "maricón" a su hoy compañero en el Consejo de Ministros, Fernando Grande Marlaska.