| 07 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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La portavoz socialista de sanidad, Carmen Martínez.
La portavoz socialista de sanidad, Carmen Martínez.

El discurso de riesgo del Consell con el Covid-19 y la doctora Martínez

Les Corts han acogido hoy un debate más bronco, con comparaciones con la portavoz del PSPV enalteciendo la controvertida gestión de su consellera de Sanitat

| H. G. Edición Valencia

“Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo". La médico de formación y política de profesión Carmen Martínez, diputada del PSPV en Les Corts, parece haber querido aplicar el dedillo esta frase del célebre escritor italiano Umberto Eco a su intervención de hoy en el hemiciclo autonómico.

El enemigo, por supuesto, era el rival histórico del PSOE: el PP, y para ´mostrar su valor´no ha dudado en convertir casi en una especie de heroína a la consellera de Sanitat, Ana Barceló. Con 1.132 fallecidos, como último dato disponible, en la Comunidad Valenciana, resulta difícil situarse en el lugar de los vencedores. Salvo que se insista en buscar una comparativa con otras autonomías donde la cifra resulta más estremecedora si cabe.

El discurso de los otros peor

"Somos la comunidad que mejor ha gestionado los recursos, más ha humanizado la gestión, más personal ha puesto...", ha enumerado la diputada y doctora para subrayar la labor realizada por el Consell, frente a autonomías "con 4.500 muertos". Ese discurso de mirar quién está peor en un tema tan delicado e imprevisible como el contagio por Covid-19 resulta muy arriesgado, ya que, como se ha encargado de matizar la propia consellera de Sanitat, Ana Barceló, en esta misma sesión de Les Corts, "el virus no conoce de comunidades autónomas".

La consellera ha preferido no diferenciar por colores políticos y recalcar que "todas las autonomías hemos trabajado unidas con el Ministerio de Sanidad. Hemos compartido nuestras preocupaciones y los problemas de material". Por tanto, misma suerte misma responsabilidad. O, dicho de otra forma con sus propias palabras, "¿todos los gobiernos estamos equivocados? Probablemente, sí".

Barceló ha optado por no seguir el discurso de Carmen Martínez, rociado de la clásica búsqueda de culpables para difuminar posibles fallos de quien gobierna, señalando a quien lo pueda haber hecho peor, o hacia donde estén peor. La consellera ha continuado por la senda de disculpas iniciada ayer por el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien, no obstante, en su última intervención sí que lanzó palabras despectivas a otras autonomías, a las que identificó sin citar aludiendo a quién las gobierna. Que no es el PSOE.

Por cierto, Carmen Martínez también tuvo, en su discurso de encumbramiento del Consell del que su partido resulta el principal protagonista, palabras de elogio hacia Barceló resaltando su dedicación. Esta última se le presupone a un responsable público. Y, a quien dirige la consellera de Sanitat, parece lógico exigirle bastante más que eso. Como mínimo, capacidad de gestión y de reacción, sobre todo en un área, la suya, de poco lucimiento y mucha crítica. Incluso sin el ataque devastador de un virus. 

El estremecedor relato de la sanitaria

Sí, posiblemente "no ha sido por falta de voluntad", como argumentó la consellera después de escuchar el estremecedor relato, en boca del diputado del PP José Juan Zaplana, de una sanitaria contagiada que transmitió el virus a su madre y que provocó el fallecimiento de esta.  Sin que en todo este proceso le hicieran pruebas ni le dieran las indicaciones adecuadas para poder salvar a su progenitora desde los teléfonos habilitados por Conselleria de Sanitat.

El debate resultó, efectivamente y como recordó Martínez, más bronco que el del día precedente. Quizás porque hubo menos sensación de disculpas reales y más autocomplacencia en la labor desarrollada. Grave riesgo que puede convertirse en un error todavía más nefasto si la volatilidad del  contagio del Covid-19 cambia. Entre otras cosas, rompería el discurso que está intentando oficializar el tripartito del Consell, centrado en demostrar un supuesto acierto o un menor fallo señalando a otras comunidades más golpeadas por un virus que, como recalcó la consellera, "no entiende de autonomías".

La realidad depende de la mirada

"Me cuesta mucho ver la realidad con el cristal con el que la ven ustedes", señalaba la diputada de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, en su alocución, sobre todo en referencia a Unides Podem y, en especial, en Compromís, que sigue en la misma deriva de criticar al PP (de nuevo aquí aplicable el axioma inicial de Umberto Eco), la sanidad privada y otras cuestiones más propias de un discurso de oposición que de quien gobierna ya desde hace cinco años.