El Pupitre de Pilu: Menores y retos virales

Un estudio llevado a cabo por el grupo de investigación en Ciberpsicología de la UNIR afirma que el
80% de los adolescentes participa en retos virales y los clasifica en: sociales, aquellos que consisten
en hacer actividades cotidianas o familiares; solidarios, los que apoyan alguna causa; y peligrosos,
que ponen en riesgo la integridad física de las personas que los realizan y de otros. Me voy a
centrar en estos últimos porque, aunque el estudio refleja que tan solo un 8% de los menores de
entre 10 y 16 años participa en ellos, no hay que perder de vista que han contado con menos de
500 adolescentes.

Un paseo por plataformas como TIKTOK nos puede hacer ver que el tanto por ciento es mucho más
elevado: el Coronavirus Challenge consistía en chupar un retrete público en plena pandemia del
Covid19, y si usted piensa que su hijo no es tan estúpido como para hacer esas cosas, eche primero
un ojo a sus redes sociales. Entonces la pregunta es clara: ¿Cómo evitar que los menores hagan
actos dañinos para sí mismos? Primero tenemos que entender por qué lo hacen: en la mayoría de
las ocasiones es para alcanzar más seguidores ganar aceptación entre sus conocidos. Siendo esta la
motivación, tenemos que preguntarnos hasta qué punto las Redes Sociales son importantes para
nuestro hijo; hablar con él de las mismas e intentar averiguar hasta dónde estaría dispuesto a
llegar por un puñado más de personas que le sigan en Internet.

Si el menor no está en riesgo, es decir, si consideramos que sus acciones son inocuas, debemos
molestarnos en informarle acerca de los peligros que puede suponer el realizar ciertas actividades
online y explicarle cómo no merece la pena arriesgarse a contraer una enfermedad o a caerse por
un precipicio, con tal de participar en un reto viral. ¿Se acuerdan de cuando sus padres le decían “y
si tu amigo se tira por un puente tú también”? Pues aplíquelo en este caso, que es lo mismo pero
grabado con un móvil.