Cuatro no se ponen de acuerdo si dos no quieren

Hay asuntos en los que la izquierda y la derecha nunca se pondrán de acuerdo. La ley de
Amnistía es uno de ellos. Para unos, la solución al problema territorial español, al menos eso
es lo que dicen y parece que se lo creen. Para otros, un ataque a la igualdad entre españoles, a
la separación de poderes y a la Constitución. Pero hay otros asuntos, probablemente muchos
más, en los ese acuerdo sí es posible y lo deseable sería volcarse en ellos y no tanto discutir
por lo irreconciliable.

Este miércoles ha habido un pleno en les Corts Valencianes para debatir la Ley de Amnistía y
las consecuencias que va a tener en España y concreto la Comunidad Valenciana. Viendo que
en ese punto no había acuerdo posible, el presidente Mazón utilizó su segunda intervención
para lanzar un órdago al resto de partidos presentes en la Cámara: buscar aquellos puntos en
los que sí podrían estar todos de acuerdo y trabajar juntos para lograrlos. La financiación
autonómica´, la exigencia al Gobierno de Madrid de las inversiones que corresponden a la
Comunidad Valenciana conforme a su población, o una solución para abordar el pago de la
descomunal deuda que soportamos son puntos en los que cuesta creer que algún partido
valenciano no esté de acuerdo. Así se lo dijo el presidente: “ (…) pongámonos a trabajar en
aquello que nos pueda unir”. “Es posible que todos estemos de acuerdo en algo, yo creo que
sí”, dijo el president.

¿Cuál ha sido la respuesta de los grupos de la oposición, lamentablemente todo quedó en
nada. El PSPV ni si quiera comentó la propuesta. Compromís se burló de ella diciendo que al
presidente se le había adelantado el espíritu navideño. Y aún peor, ante una propuesta, que la
inmensa mayoría de los valencianos hubiese aplaudido, los diputados de Compromís, en vez
de analizarla, abandonaron el hemiciclo pon un quítame allá esas pajas de un diputado que,
habiéndose sentido aludido por Miguel Barrachina, portavoz del PP, pidió la palabra y la
presidencia se la negó.

Vamos, que antepusieron su cabreo (Compromís) y su desprecio (PSPV) a una propuesta de
consenso del que tanto hablan ellos.