Primarias socialistas con deportividad

Es domingo, hace frío, anoche saliste y, de repente, te llega un ‘whatsapp’: “¡No te duermas, que hay que ir a votar!”. El próximo 4 de febrero, el PSPV-PSOE continuará con sus procesos internos de renovación de proyectos, direcciones y liderazgos en las 26 estructuras comarcales de la Comunitat Valenciana, incluida la ciudad de Valencia. Sí, ¡vuelven las primarias socialistas! Y aprovecho para animar a todos los compañeros y compañeras a participar, con ilusión, dando ejemplo y con ganas.

La familia socialista ha sido pionera, tanto en España como en la Comunitat Valenciana, a la hora de integrar y promover la celebración de primarias para que la militancia podamos decidir, sin intermediación, qué y, sobre todo, quienes creemos mejores para liderar nuestro partido, no sin que hayan opiniones contrarias a este tipo de elecciones “importadas” de EEUU que, en ocasiones, esconden el debate de ideas tras candidaturas personalistas.

Como joven socialista, fue para mí un orgullo ver como en 2014, el PSPV-PSOE fue el primer partido (y hasta la fecha el único) en llevar a cabo la elección de su candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana por medio de un proceso de primarias abiertas, permitiendo a su vez la participación en este proceso a cualquier joven de 16 años y a miembros de Joves Socialistes, logrando una participación y legitimidad extraordinarias.

Lo cierto, es que la elección directa y secreta de cada militante, en sobre y urna, sobre el devenir de su organización, no sólo es un derecho reconocido en el seno del PSPV, sino un deber de todo partido político que se haga llamar “democrático”, “transparente” o “nuevo”, me atrevería a decir. Una ciudadanía cada vez más formada, informada y exigente, merece ser escuchada y que existan cauces de participación más horizontales, abiertos y útiles para canalizar sus demandas, dentro y fuera de las organizaciones políticas.

Ahora bien, todo derecho viene acompañado de su correspondiente deber, en este caso, el de respetar las normas, la discrepancia y el debate enriquecedor, que garantiza la limpieza democrática y la convivencia en la siempre positiva diversidad de opiniones. Efectivamente, afrontar con deportividad este tipo de procesos de participación es esencial y, lamentablemente, una asignatura pendiente que sólo el tiempo y la pedagogía podrán superar.

Llegados a este punto, quizá les pique la curiosidad. El domingo 4 de febrero, haga frío, llueva o haya salido el sábado, el proyecto y la persona en quien confío para liderar el PSPV-PSOE en la ciudad de Valencia, mi ciudad, lo representa Sandra Gómez y, con deportividad, ilusión y alegría, yo votaré por ella.

(*) Secretario de comunicación de Joves Socialistes