Querido Fernando, periodista por amor al arte

Hoy se me ha ido un gran amigo ¡Cuántos buenos momentos pasamos juntos! En el éxito y en la derrota…¡Cuánta generosidad encontré siempre en él!

A veces la vida se me asemeja un tiovivo en el que todos montamos sin saber cuántas vueltas nos permitirá nuestro billete. En lo fundamental, el tiovivo da siempre las mismas vueltas, pero cuando subimos, jóvenes, creemos que nuestras vueltas serán otras, que nuestro rodar va a ser especial y que, incluso, puede ser interminable. Cuando venimos a darnos cuenta, suele ser tarde para haberla vivido con autenticidad y no haberla echado a perder más de lo inevitable.

El billete de Fernando ha sido más breve de lo esperable, pero Fernando sí vio la vida, sí vivió la vida. Siempre fue auténtico, propio, irrepetible.

Compañero, amigo, afectuoso, alegre, conversador, inteligente y, sobretodo, alma excelente. Hacía fácil lo difícil. Tan…valenciano, expresaba fácil lo esencial con pocas palabras. Socarrón sin perder nunca la perspectiva de lo serio, descubría y atendía los padeceres más reservados de sus amigos. No le conocí enemigos serios. No podía tenerlos.

No tuvo suerte y su salud le traicionó cruelmente en estos últimos años, pero su optimismo y su Fe le hicieron levantarse y salir de aquel terrible pozo. Editor, publicista, asesor en el Parlamento Europeo, articulista creativo, demócrata y valenciano donde los hubiere, asiduo colaborador de este diario, tertuliano brillante, genuino; se aferró a la vida y, ahora, se volvía a ilusionar con su regreso a la vida civil como asesor del Grupo Popular en las Corts Valencianes. Un golpe severo, intempestivo, lo ha truncado.

Con su marcha todos perdemos mucho e irrepetible. Primero y más que nadie su familia, su mujer, Begoña, siempre a su lado, y sus tres hijos con quienes todo su amor tuvo. También los que tanto nos engrandecimos con su amistad, pero también el periodismo, el diálogo, la luz de la inteligencia sin exhibicionismos, la democracia, la sociedad valenciana toda.

En estas horas es difícil cualquier consuelo. Sin embargo, todos los que pudimos disfrutar de la amante enormidad de su vida, también ganamos y para siempre, el imborrable recuerdo de su ejemplo. De su estar en el mundo. De su luz generosa.

Volveremos a encontrarnos, compañero.

Fernando Ferrando, falleció este domingo en Valencia, columnista y fundador de ESdiarioCV, le gustaba denominarse como "periodista por amor al arte". Adiós a un gran periodista a un gran compañero.