Los pasos de peatones no son ilusiones visuales

Como varias mañanas durante la semana, en los centros ocupacionales salimos a caminar, una actividad que llamamos senderismo, una manera amena y divertida para que los chicos hagan ejercicio paseando por la ciudad y haciendo un itinerario en un tiempo determinado, que va adaptado a sus necesidades especiales y a una atención precisa por los monitores.

La preparación es sencilla, zapatillas y ropa cómoda, ni excesivamente abrigados ni demasiado frescos, con un chándal basta. Si llevan gorra, mejor, y una botellita de agua. Y ganas de disfrutar del paseo.

Se traza un itinerario previo, que se va cambiando por semanas, por aquello de no aburrir, y se va comentando las cosas que van ocurriendo por el camino, además de aprender a desenvolverse con soltura en la seguridad vial.

 ¿Qué ocurre con la Seguridad Vial?

Cuando hablamos de discapacidad intelectual, hablamos de personas con serias deficiencias cognitivas. Para ellos la repetición es la base del aprendizaje, los semáforos, saber cuándo hay que cruzar o esperar, no cruzar por cualquier lado, sólo por los pasos de cebra, e insistimos e insistimos porque sabemos de la importancia que tiene la repetición para adquirir éstas nociones básicas y a la vez tan importantes para la vida diaria. Repetimos una y otra vez los conceptos para que no se olviden.

Pero nos encontramos con una sorpresa: la mayoría de los conductores NO respeta los pasos de cebra. Se tiran a pasarlo como si les fuera la vida en ello, no anticipándose a que una persona pueda cruzar en un momento dado. Nos encontramos con que salimos en grupos de 8-9 personas y uno de los monitores tiene que dar el alto al vehículo en cuestión para que pare y pueda pasar el grupo, y esto lo hacemos SIEMPRE, y aun así nos llevamos sorpresas.

Esta semana por poco me atropella un vehículo que no ha parado (y no es la primera vez) …me ha esquivado de una manera que mi vida ha peligrado, y eso que yo aún tengo reflejos rápidos y he podido apartarme… la cuestión es que ven a un grupo de estas características y les entra las prisas, la aceleración, la falta de paciencia y deciden pasar como sea incluso esquivando, cuando parar sólo les supone unos 30 segundos, o menos… creo que tampoco les supone tanto, además de que no entiendan OBLIGACIÓN de comportamiento vial que les supone.

Señores,… ¿si es una persona con movimientos lentos y sin capacidad de reacción qué hacemos?... ¿Lo atropellan?... ¿Y el ejemplo que estamos dando?... ¿De qué sirve todo nuestro esfuerzo?

Además de que les generamos desconfianza y más inseguridades de la que ya tienen, creía que esto ya estaba superado, pero veo que no.

Así que desde aquí quiero hacer un llamamiento general a todos los conductores y conductoras: ¡¡¡EN LOS PASOS DE CEBRA SE PARA!!!...

Espero que a partir de ahora todos nos reflexionemos cuando nos pongamos al volante.