| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

La izquierda, terapia de pareja

Mucho se ha escrito sobre la situación de los principales partidos de izquierdas. Por una parte, un Partido Socialista que no acaba de despegar; por otra, un Podemos a la baja y radicalizado

| Carlos Manzana * Edición Valencia

Entre tanto petardo, monumento fallero y buñuelos de calabaza, el pasado domingo no pude resistirme a hacer un alto en la tradicional ruta fallera, para plantarme ante el televisor y seguir con atención uno de los cara a cara más interesantes de los últimos años entre dos titanes de la actual izquierda española: Eduardo Madina (PSOE) e Iñigo Errejón (Podemos) Un debate histórico y necesario. Al menos, para quienes nos consideramos militantes de las corrientes mayoritarias de la izquierda política, socialdemócratas y más allá.


La primera pregunta que Jordi Evole planteó en su último programa de ‘Salvados’ no es nueva, ni tampoco fácil de responder: “¿Dónde está la izquierda?”. El escenario no podía haber sido mejor escogido, un bar situado en uno de los barrios de tradición obrera de Madrid como es Villaverde, y justo cuando se cumplen dos años del voto en contra a Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, como presidente del Gobierno de España.


Mucho se ha dicho y escrito sobre la situación de los principales partidos de izquierdas en nuestro país. Por un lado, un Partido Socialista que no acaba de despegar en las últimas encuestas como opción mayoritaria de cambio, todavía pendiente de cerrar sus procesos de democracia interna y arrastrado por la denominada “crisis de la socialdemocracia” que recorre Europa, que no es más que la crisis de relato, renovación y credibilidad de su proyecto político.


Por otra parte, un Podemos a la baja y radicalizado, sin rumbo fijo y con una limitada implantación territorial más allá de los principales núcleos urbanos, hace tiempo que renunció a ser mayoritario para imponerse las tesis de su líder omnipotente Iglesias, más preocupado en controlar su organización y reproducir las consignas de la vieja izquierda para contentar a sus más acérrimos, que en ofrecer un proyecto de país solvente, realista e integrador.


No hace falta irse a Portugal para buscar alternativas de cambio. En la Comunitat Valenciana, desde 2015, un pacto histórico entre las principales fuerzas políticas de la izquierda valenciana, PSPV, Compromís y Podem, ha dado lugar a uno de los periodos de mayor estabilidad, honradez y progreso social y económico de las últimas décadas. Desde lo local, pasando por la Diputación de Valencia hasta el Consell, la izquierda está demostrando que sabe gestionar mejor las vidas de cinco millones de valencianos y valencianas.


En un momento del debate, Errejón dijo “la travesía en el desierto puede durar un año o más de una década, dependerá de 2019”, y dependerá de si son capaces de anteponer lo que les une a lo que les separa, de dibujar un nuevo modelo de país, moderno, justo y solidario, para dar respuestas a nuevas preguntas de una sociedad cada vez más escéptica, exigente y crítica, pero también precaria, desigual y hastiada, que les está esperando.

 

*Secretario de Comunicación de Joves Socialistes