| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El 8 de marzo se para el mundo

La huelga feminista del 8M es un grito rebelde que llama a la reflexión y, sobre todo, a la implicación colectiva en la búsqueda de soluciones justas para acabar con lacras injustas

| Carlos Manzana * Edición Valencia

Por primera vez en la historia de nuestro país, el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, está convocada la primera huelga feminista de España. No sólo por los principales sindicatos de clase, UGT y CCOO, sino, sobre todo, por cientos de colectivos de mujeres, de todas las edades y condiciones, que han decidido organizarse para visibilizar la desigualdad de género e introducir el feminismo en la agenda política y social, en todos los ámbitos de la sociedad.


“Si nosotras paramos, se para el mundo”, es el lema que resume el papel fundamental que desempeñan millones de mujeres en la sociedad del siglo XXI, en el que ya hay más mujeres que hombres estudiando carreras universitarias, no se cuestiona su acceso al mundo laboral, es más, resulta imprescindible; o, poco a poco, se están rompiendo los techos de cristal que vetaban a la mujer en los puestos de decisión y poder del mundo empresarial, político o académico, por el mero hecho de serlo.


Sin embargo, campañas virales como #MeToo #IgualdadSalarial o #NiUnaMenos no dejan de evidenciar la falta absoluta de igualdad real y respeto a los derechos laborales, sexuales o a la propia vida de las mujeres, inherentes, por otro lado, a todo ser humano. Y es que, en un país en el que cada ocho horas se viola a una mujer, la brecha salarial sigue por encima del 23% y, todavía en 2017, casi uno de cada tres jóvenes cree que la violencia machista es "normal" en la pareja (datos del Proyecto Scopio) decir que ya existe igualdad entre hombres y mujeres es una broma de mal gusto.


Huelga de trabajo, de estudiantes, de consumo y, también, de cuidados. Pese a la gran diversidad de familias y formas de convivencia en el hogar, es evidente que cuando hablamos de conciliación, crianza o trabajo doméstico, todavía son mayoritariamente las mujeres quienes renuncian a su trayectoria profesional debido a su maternidad o atención a personas mayores o enfermas, o peor aún, siguen siendo señaladas y juzgadas si deciden volcarse en su trabajo, progresar en sus estudios o rehusar del hecho de ser madre. Infinidad de encuestas, estudios sociológicos y sondeos avalan esta realidad.


Sobran, pues, los motivos por los que solidarizarse con la protesta. Una jornada de paro simbólico, internacional y necesario. Un grito rebelde que llama a la reflexión y, sobre todo, a la implicación colectiva en la búsqueda de soluciones justas para acabar con lacras injustas. Una demostración de fuerza y dignidad, de las que mueven conciencias y cambian el mundo, haciéndonos avanzar a todos y todas.

 

*Secretario Comunicación Joves Socialistes