Claves para ahorrar y tener un hogar eficiente y sostenible

Ahora más que nunca nuestro hogar juega un papel fundamental. Tras de un año como el 2020 en el que hemos pasado meses enteros confinados entre las cuatro paredes que nos cobijan, todos tenemos presente que, después de la salud, nuestra casa es uno de los activos más importantes que tenemos y donde merece la pena destinar cualquier inversión que la mejore.

Si ya había ganado enteros como valor de vida, el cambio en la factura de la luz que entra en vigor a partir de mañana 1 de junio va a hacer más relevante que nunca que contemos con un hogar eficiente. Los nuevos horarios de consumo eléctrico van a primar la diversificación del uso que hacemos de la electricidad, con lo que contar con los últimos avances en calefacción, aislamiento y energías renovables va a ser lo que nos permita el mayor ahorro final en el recibo.

Además, de ahora en adelante se espera un creciente aumento de la utilización del hogar no solo como un sitio de tránsito, sino como un lugar en el que sentirnos protegidos, plenamente a gusto en cuanto a confort térmico y acústico. Hemos aprendido a disfrutar de nuestras casas como un elemento de ocio más, y es que para muchos, el hogar del futuro está asociado al bienestar en el más amplio espectro de la palabra.

Pero hay mucho más, todo esto es posible sin dejar de lado un papel fundamental como es el ahorro en el hogar y el cuidado del medio ambiente, y es que una casa sostenible es aquella que te permite todas las comodidades posibles sin dejar de ser eficiente en ningún momento.

Los expertos calculan que aproximadamente 26 millones de viviendas en España pierden cada año más de 12.000 millones de euros por mal acondicionamiento energético así que vamos a dar las claves más importantes para conseguir ahorrar en tu hogar siendo eficiente y sostenible al mismo tiempo.

Aislamiento térmico

Para verificar el aislamiento térmico de una vivienda es importante tener en cuenta tres elementos esenciales: suelo, paredes, puertas y ventanas.

Se calcula, que entre puertas y ventanas puede perderse entre hasta un 30% de frío y calor, a eso le tienes que sumar que un mal aislamiento en techos, paredes y suelos puede suponer la pérdida de hasta un 40% de energía.

En los suelos, lo mejor es contar con una base de aislante térmico o un suelo de madera. En paredes y techos, es recomendable verificar si la vivienda tiene aislantes como poliestireno, lana mineral, planchas de EPS o paneles de fibra de madera.

En cuanto a las ventanas y puertas no olvidemos que son una de las principales barreras térmicas de nuestra casa y es donde se producen las principales fugas de frio o calor, por tanto, aislar puertas y ventanas, bien con nuevas instalaciones o con burletes y juntas de aislamiento, nos permitirá ahorrar hasta un 30 % de la energía.

Panales solares

En un país como España con más de 3000 horas de sol al año, es fundamental plantearse la autogeneración de energía como la mejor opción para ahorrar de manera eficiente y sostenible. El uso de las placas solares ayuda a reducir hasta 18 toneladas al año de gases contaminantes en una sola vivienda y te permite ahorrar de entre el 50% y el 70% de la factura de la luz amortizando la inversión en 6-8 años.

Sistema de calor

Los sistemas de calefacción de carbón o gasoil no son óptimos para la eficiencia energética. En su lugar, es mejor el uso del gas o de energías renovables como la aerotermia (bomba de calor que utiliza aire y depende de las condiciones climáticas exteriores) o la geotermia (bomba de calor de agua que viene del interior del subsuelo).

Sin duda el suelo radiante es el más eficiente de estas dos opciones que basan su funcionamiento en una red de tubería plástica que, instalada bajo el pavimento y de una capa de mortero, hace circular agua caliente –o fría- por toda la superficie, lo que provoca que el calor o el frío se irradie desde el suelo.

En el caso de la calefacción, esto hace que la temperatura del aire a la altura de los pies sea algo superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza, mejorando la sensación de confort.

Electricidad

Una vivienda con una instalación eléctrica muy antigua es fuente de derroche de energía y dinero. De hecho, la iluminación representa aproximadamente el 15% del consumo mundial de electricidad y el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, por tanto una revisión de la instalación puede ser un primer paso para implantar medidas de ahorro rápidas.

Lo siguiente es cambiar todas las bombillas por bombillas LED que consumen un 80% menos y apenas generan calor, recomendamos estas como primera opción ya que las bombillas de bajo consumo que consumen un 70% menos de energía pero pierden parte en forma de calor. Por su parte, la vida útil de las bombillas LED es más duradera que la de las bombillas de bajo consumo.

Agua

El agua, supone un 26% del consumo de los hogares que se dice pronto. Si hablamos de temperatura del agua, es recomendable evitar calderas eléctricas para disponer de agua caliente, siendo la mejor opción en edificios de viviendas un sistema central de agua caliente. En el caso de viviendas independientes el uso de placas solares o un sistema de aerotermia son la mejora de las opciones.

Pero no sólo hablamos de temperatura, el agua es un bien escaso y hay que cuidar su consumo, y para ello una buena práctica es utilizar reductores de caudal y grifos de monomandos con termostato, que no solo benefician al medio ambiente sino que ayudan a ahorrar entre 30 y 200 euros en la factura del agua.

Después de hablar de como mejorar la gestión de la energía en tu hogar, es necesario que incluyas un buen sistema domótico que te permita controlar a distancia y programar las horas y temperatura de tu hogar o que te permita programar la iluminación de tu vivienda ganando no sólo en comodidad, también en eficiencia energética, lo que se traduce en ahorro.

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