Yolanda Díaz la lía en San Isidro y recibe un golpe del PSOE desde Asturias

No fue un buen día de San isidro para la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. La también líder de Sumar empezaba felicitando a los madrileños el día de su patrón, usándolo para su propio discurso político, pero erraba en el intento y recibía un alud de críticas. Por si fuera poco, el presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, afirmaba “estar muy disgustado y muy defraudado” con ella.

“Feliz San Isidro a todos los madrileños y madrileñas. Del santo se dice que logró el milagro de que los bueyes arasen para que las personas trabajasen menos. Reducir la jornada laboral no será fruto de un milagro, pero lo vamos a hacer posible”, señalaba Yolanda Díaz, que para una vez felicitaba una fiesta cristiana pero lo hacía para vender su argumentario de reducir la jornada laboral.

Pero la líder de Sumar se equivocaba en la historia de San Isidro, pues los bueyes no araban solos para trabajar menos, sino para que el santo pudiera rezar. Lo hacían tras la acusación de que abandonaba el trabajo para rezar. Otros apuntan que los ángeles araban por el santo mientras rezaba. Así se lo puntualizan a Yolanda Díaz, a la que también lanzan chanzas como “se cree que San Isidro era un sindicalista que no trabajaba”.

Pero ahí no quedó el día para la vicepresidenta segunda, que recibió otro palo desde Asturias. El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, señalaba que estaba "muy disgustado y muy defraudado" por la forma de actuar que ha tenido Yolanda Díaz en su tierra.

"Venir a Asturias a poner en duda el apoyo del gobierno asturiano a los trabajadores es absolutamente inaceptable", indicaba Adrián Barbón, que añadía que Yolanda Díaz "no tiene ni idea de lo que viene trabajando el Principado en este asunto". "Lo primero que uno debe hacer antes de hacer afirmaciones sobre la labor del Gobierno de Asturias es preguntar", continuaba el socialista tras la visita de la líder de Sumar a Avilés para apoyar a los trabajadores afectados por el cierre de la planta de Sekurit por parte de Saint Gobain.