Buenafuente mete un corte demoledor a Mercedes Milá por pasarse de "borde"

Más o menos parece claro que Mercedes Milá y Telecinco ha terminado de partir peras, pero por si quedaba alguna duda este martes la despejó la propia presentadora en el late motiv de Andreu Buenafuente en Movistar: "A mí no me hables de Telecinco que ahora estoy en #0".

Lo que sí dijo fue que le dolió muchísimo que dijeran que se marchó de Gran Hermano por dinero: "Eso es mentira podrida. Me dolió muchísimo" pero recordó que no le subieron el sueldo desde que arrancó el reality: "En 2000 empieza GH. Telecinco y Zeppelin montan el pifostio, ganan dinero a espuertas con ese éxito y durante 16 años no me suben ni una vez el sueldo. ¿Cómo es posible? No digo que me doblen o tripliquen. Pero un poco, una ilusión, sí".

Pero no fue el único titular que dio en 20 minutos de entrevista porque una desatada Milá tuvo para todos, incluido el entrevistador: "¿Cómo puedes besar a esa mujer maravillosa que tienes con ese olor horroroso en la boca?", dijo a Buenafuente cuando sacó el tema de que él es fumador, asunto que siempre ha obsesionado a Mercedes. El showman la dejó noqueada con un corte demoledor: "Ella en cambio huele como las rosas", le contestó ante el aplauso del público.

Tampoco se libró Pablo Motos, en cuyo programa de Antena 3 estuvo no hace tanto: "No meta la pata que pareces el de El Hormiguero".

Desveló que María Teresa Campos le propuso hacer un programa con ella ("¿la del medio de Las Campos?", le preguntó Buenafuente) pero no dio demasiada información sobre su futuro laboral: "El otro día dije que iba a hacer un programa que nunca había hecho nadie, pero me lo inventé". Lo único que quiere es que "me dejen hacer lo que me dé la real gana, en una empresa que no tenga complejos".

Complejos no, pero avaricia mucha. Eso es lo que dijo Mercedes Milá sobre la SER al hablar del despido de Gemma Nierga por la puerta de atrás: "Gemma Nierga sí lo ha pasado mal. Pero no por falta de libertad de expresión, sino por un problema de empresa, de avaricia de la SER". Y es que a su juicio, "los que dicen que ahora hay poca libertad de expresión no tienen ni idea de lo que es eso. Yo tengo la memoria muy fresca de lo que es trabajar en una dictadura". ¿Un dardo envenenado contra todos esos dirigentes y votantes de Podemos que critican la falta de libertad de expresión que vive el país?

Y ya que estaba hablando de avaricia, dio nombres y apellidos: "Juan Luis Cebrián era un tío con una garra y un periodista total. Pero se ha convertido en un avaricioso: El dinero para mí, todo para mí. Ese Juan Luis ya no me interesa. Me interesa el Cebrián periodista, pero no el empresario. Entre otras cosas porque no hace más que perder dinero".