¿Sabe que el PSOE también pacta y vota con Vox?
Una cosa es demonizar a la presunta ultraderecha y otra cosa muy distinta es mirar para otro lado porque le hacen falta sus votos en las Cortes.
La política es el arte de lo posible. Frase contundente que afirma una verdad como un templo, como algo grande se trate de un castillo, una iglesia o un estadio de fútbol. Ya me entiende. Esta frase se la asocian a Aristóteles, ha llovido mucho desde entonces. También a Bismark y a Churchill, ambos grandes estadistas en determinados momentos de la historia.
Y tanto que la política es el arte de lo posible. Y de lo imposible. Que se lo digan a Sánchez y su gobierno Frankenstein. ¿Sabe quién dijo esto por primera vez? Se lo adjudican al socialista Rubalcaba. Toma. ¿No lo sabía? Así es, a “Rubalcaba, un político de verdad” como lo definió Antonio Caño, ex director de EL PAIS. Rubalcaba no era sospechoso de ser facha … Ya sabe que todos los que criticaban al ya extinguido gobierno de Pedro Sánchez son considerados así por la bancada socialista. Extinguido por un adelanto electoral de las generales, eso que Sánchez dijo que nunca haría. Pues lo ha hecho. ¿Cuántas cosas dijo que no haría y luego, desde el poder, ha hecho todo lo contario?
Que cosas. No reconozco a este PSOE sumiso y cabizbajo a las meteduras de pata de su líder. Así lo hemos visto después del batacazo electoral de las últimas elecciones municipales y autonómicas en España. Ni una voz crítica. Ni un comentario de futuro. Ni una dimisión. Nadie asume sus responsabilidades.
Pedro Sánchez demoniza a Vox y lo define como extrema derecha. No digo que no lo sea porque es cierto que está a la derecha del PP. Pero si esta definición es buena para Vox ¿cómo definiría usted a Unidas Podemos, que está a la izquierda del PSOE? Extrema izquierda. Pues no, desde la izquierda no se mide igual al radicalismo de Podemos con las reivindicaciones de Vox.
Permita una aclaración antes de seguir con mi relato. Vox no es santo de mi devoción, no se lo voy a negar, pero Podemos tampoco. Me considero políticamente de centro, me encuentro como uno más en ese espacio que en España hace vencedores a los partidos políticos que consiguen hacerlo suyo por su moderación o por sus aciertos.
Y después de este paréntesis, deje que siga con mi artículo argumentando lo que dice su título. ¿Sabe que el PSOE también pacta y vota con Vox? No puede ser dirían sin pensarlo muchos simpatizantes socialistas. Así es. Una cosa es demonizar a la presunta ultraderecha y otra cosa muy distinta es mirar para otro lado porque le hacen falta sus votos en las Cortes, en los parlamentos autonómicos o en los ayuntamientos locales. Y si son buenos para unas cosas, ¿por qué no lo son para otras? Son tan de extrema derecha – en el caso que lo sean – en una como en otra votación.
Para muestra un botón, que dice un refrán popular. Le voy a citar algunos casos donde ha ocurrido esto y saque sus propias conclusiones. Nos encontraríamos entonces con una más de las presuntas exageraciones o mentiras del presidente, de esas que desgraciadamente nos tiene tan acostumbrados.
No se dan muchos casos, pero, aunque sea sólo uno, el planteamiento de Sánchez se desmonta. Acusa a Vox de extrema derecha, pero lo usa cuando le interesa de la misma manera que utiliza a la extrema izquierda de UP a su antojo. Mire. Le voy a mencionar tres casos.
El PSOE se alió con PP y Vox frente a sus socios de gobierno para vetar en el Congreso de los Diputados el uso recreativo de la marihuana propuesto por Mas País para fines medicinales y lúdicos despenalizando el consumo de esta droga (2022).
El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó una moción del PP y Cs, apoyada por PSOE y Vox, en la que se reprobaban las declaraciones de Iglesias, entonces vicepresidente segundo del gobierno, y de otros miembros de UP en el ejecutivo, al cuestionar la democracia en España (2021).
En el Parlamento andaluz se unieron PSOE, Adelante Andalucía y Vox para rechazar un decreto ley del PP-Cs con el que se pretendía establecer medidas por la situación creada por el coronavirus para la contratación urgente de profesionales sanitarios en puestos de difícil cobertura (2020).
Hay más, pero con estos basta para argumentar lo aquí manifestado. Un poco más de seriedad en los mensajes de Sánchez serían buenos para la credibilidad de sus argumentos dentro y fuera de nuestras fronteras. Si mancha su imagen, mancha la de la democracia española mientras sea líder del PSOE. Algunos amigos socialistas dicen que tiene las semanas contadas. Muy pronto el pueblo español se pronunciará en las urnas y dará su veredicto. ¿Será el final de Sánchez?