Pruit i Rupit: un auténtico pueblo medieval en el corazón de Cataluña
Visitar esta población es una experiencia única por su inmejorable conservación y belleza.
Esta preciosa población medieval de tan solo 339 habitantes está considerada una puerta de entrada a la zona de Collsacabra, espacio Natural Protegido del interior de Cataluña desde 1992, que se extiende por una escarpada zona de riscales entre las provincias de Barcelona y Girona.
El municipio, tal y como lo conocemos ahora, es muy reciente ya que es el resultado de la integración en 1977 de dos poblaciones: Rupit y Pruit, pero su origen inicial hay que buscarlo en el castillo que data del siglo X y en torno al cual se fueron edificando las casas de sus habitantes.
Su casco antiguo de claro trazado medieval es realmente espectacular, y se llega a él cruzando un puente colgante construido en 1945. Sus casonas de piedra, perfectamente conservadas, fueron edificadas entre los siglos XII Y XVIII y cuentan en muchos casos con preciosos balcones de madera, escudos familiares y grandes portones que te transportan a otros tiempos.
Ademas de pasear por sus calles empedradas, es imprescindible visitar la casa del boticario, la notaría Soler, la antigua herrería, la plaza Mayor y la calle Fossar. No te pierdas tampoco sus masías y caseríos porque hay algunos que realmente merecen la pena
A pesar de ser muy pequeño, Pruit i Rupit cuenta con bastantes templos religiosos muy interesantes. En la zona que corresponde a Pruit, se encuentra la iglesia de San Andrés de estilo románico y que data del siglo XIII. En la parte correspondiente a Rupit no te puedes perder la iglesia de San Miguel Arcangel, del siglo XVII y de estilo barroco con elementos neogóticos, la iglesia de San Juan de Fábregas, de estilo románico y la ermita de Santa Magdalena, también de estilo románico y con un curioso campanario de espadaña de un solo ojo. Muy interesante es también la iglesia de Sant Llorenç Dosmunts, edificio románico del siglo XII hecho con piedra dorada y con un amplio campanario de espadaña.
Entre los puentes que hay que visitar destaca el de Can Badaire, situado encima de la riera de Rupit y reconstruido en 1983, y el puente de la Sala, de origen medieval, sobre la riera de Rupit en el camino entre Rupit y Cantonigrós.
Dentro del término municipal, concretamente en la riera de Rupit y a unos 6 kilómetros de casco urbano, nos encontraremos con el salto del Sallent, el mayor salto de agua de Cataluña con 115 metros de altura. Un auténtico espectáculo por el que merece la pena hacer la excursión.