| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Y la vida se abrió paso en el mes de la fertilidad

No podemos dejar pasar el tiempo con la esperanza de que desaparezca este virus, no va a desaparecer por ahora e incluso puede reactivarse

Tras un periodo oscuro y de tinieblas en el mundo de la Reproducción Asistida en España, derivado del cese de actividad obligado por la pandemia de COVID-19, la vida se ha vuelto a abrir paso en los servicios de fertilidad de nuestro país. Podemos decir, por fin, que todos los centros están abiertos y atendiendo a las pacientes que necesitan retomar sus tratamientos. Excelente motivo para conmemorar un año más el mes de la fertilidad.

Este reinicio de actividad se ha realizado estableciendo todas las medidas de seguridad que nuestra Sociedad ha recomendado, basadas siempre en los conocimientos publicados y actualizados. Así que podemos decir sin miedo que las unidades de reproducción son seguras para nuestros pacientes.

Sobre las técnicas, hay que recordar que no se ha publicado ninguna contaminación a través de semen, fluidos vaginales, líquido folicular o embriones. De hecho, ningún organismo sanitario ha establecido que las relaciones sexuales sean de riesgo para transmisión de coronavirus. De igual forma no parece que exista transmisión al feto y esto incremente abortos o malformaciones. Dicho lo anterior, queda claro que las técnicas de reproducción asistida pueden realizarse con la máxima seguridad.

Una sombra importante que ha dejado esta pandemia es el temor a la posibilidad de enfermar de COVID-19. El miedo es humano y nos obliga a tomar las medidas preventivas necesarias, pero el miedo a la vuelta a la normalidad hay que vencerlo.

En reproducción todos sabemos que el factor más importante para establecer un pronóstico reproductivo es la edad de la mujer y este condicionante, junto al deseo de tener un hijo, debe enfrentarse a nuestro temor y vencer. Hay que hacer los tratamientos lo antes posible, sin perder tiempo, y ya hemos perdido obligadamente unos meses.

No podemos dejar pasar el tiempo con la esperanza de que desaparezca este virus, no va a desaparecer por ahora e incluso puede reactivarse. La solución es aprender a convivir con él y que no nos impida realizar los tratamientos de reproducción cuando los necesitamos, para tener las mejores tasas de embarazo. 

A veces, hay que aprovechar los momentos que da esta guerra y ahora estamos en una muy baja incidencia. No sabemos que deparará el futuro. Por eso, no debemos retrasar las realización de tratamientos por temor. A este virus lo hemos parado y nuestra vida debe continuar ya, con prevención, pero manteniendo como objetivo nuestras ilusiones.

 *Presidente de la Sociedad Española de Fertilidad