Los trinos del día, a veces melódicos y a veces rebuznos, abarcan todas las modalidades: unos irritan, otros indignan y otros divierten. Juntos, resumen la actualidad de una forma peculiar.
La presunta agresión a una cámara de Telemadrid, en el transcurso de una necesaria manifestación contra los lazos amarillos y a favor de la mujer apaleada por quitar algunos de ellos, es un hecho lamentable que nadie en su sano juicio entiende ni tolera ni comparte. Pero también es una oportunidad para que algunos dirigentes políticos saquen la patita y la utilicen para sacar de dentro al populista que llevan dentro.
Es el caso de Íñigo Errejón, mudo veraniego por antonomasia, que salió de su largo letargo estival -habitual entre los dirigentes de Podemos, todo sea por el pueblo- para perpetrar un mensaje delator de sí mismo: ni la agresión del fin de semana a Lidia ni la imposición de lazos amarillos hasta en la sopa merecieron condena alguna del enjuto dirigente, que sí tuvo tiempo para achacar a Ciudadanos -convocante de la concentración- la supuesta agresión al cámara de Telemadrid, cometida de ser cierta por algún acémila suelto:
Parece que han pegado puñetazos a un cámara de TeleMadrid al confundirle con uno de TV3, en la concentración convocada por Rivera y Arrimadas en Barcelona. Es peligroso: a Ciudadanos la estrategia de la tensión se le está yendo de las manos. https://t.co/vVwrKqjeh6
— Íñigo Errejón (@ierrejon) 29 de agosto de 2018
O sea, que la tensión procede de un partido que se limita a defender la Constitución y a amparar a quienes por hacerlo son coaccionados y hasta linchados, y no para el nacionalismo supremacista que se sirve de la Generalitat, los Mossos, la TV3 y lo que haga falta con tal de imponer su xenófoba y aldeana visión del mundo.
La memoria quebradiza de Errejón le hace olvidar a su colega Cañamero defendiendo a agresores de policías
Cabe recordarle a Errejón cómo se puso Podemos cuando, en el transcurso de las llamadas 'Marchas de la Dignidad' que colonizaron Madrid hace tres años, algunos de los manifestantes provocaron disturbios saldados con hasta 70 policías nacionales heridos, alguno de gravedad. Y alguno le reprochó a la organización, marcada por el espíritu populista del partido morado, su complicidad con los hechos.
La diferencia es que ahora Cs lo ha condenado, incluso antes de que se conozcan todos los detalles de los hechos, mientras que en aquel momento uno de los líderes de la revuelta salió en defensa de los agresores, los convirtió en víctimas políticas y exigió su puesta en libertad tras ser detenidos: ese paladín de los vándalos es hoy diputado por Podemos, y se apellida Cañamero.
La segunda parte de esta historia ocupa buena parte de las discusiones más aguerridas en Twitter, y atiende a la agresión al cámara de la autonómica madrileña. Para muchos, fue terrible y condenable, como no puede ser de otra forma. Pero para otros, que incluso publican vídeos que confirmarían su tesis, el agresor fue el propio profesional y la víctima, en realidad, un señor mayor:
En este vídeo, via @elnacionalcat, se ve la pelea con el cámara de @telemadrid en Barcelona. El cámara reparte primero, luego le dan a él. Esto es peligrosísimo.https://t.co/akVfq1cZMZ
— Matthew Bennett (@matthewbennett) 29 de agosto de 2018
Según esta versión, el agresor fue en realidad el que pasó por agredido, lo que cambiaría aún más la historia y la haría bien distinta. Aunque hay quien tiene respuesta para eso, como este tuitero que da por hecha la lamentable violencia contra el profesional de Telemadrid y explica su respuesta como un inevitable acto de legítima defensa:
Hay quien acusa al cámara de Telemadrid de haber pegado también. Pues claro, queridas niñas y niños ! Cuando le pegas a alguien suele defenderse. Sólo unos seres que se llaman independentistas CAT tienen prohibido hacerlo. Si lo hacen les caería todo el fascismo encima.
— Joan Miró (@joanmiro10) 29 de agosto de 2018
Juzguen ustedes, pues, aquí nos limitamos a enseñarles los tres tuits que resumen lo mejor o lo peor del día.