Cómo empezó el escándalo por la financiación de PSPV y Bloc

Marzo de 2018. La filtración de las investigaciones en marcha sorprende al PP. En el partido del charrán habían llegado a pensar que la denuncia, por venir precisamente de ellos, había quedado poco menos que arrinconada, y que la investigación o estaba ralentizada o simplemente no estaba. Por eso les llama tanto la atención su avanzado estado cuando llega a la prensa el Martes Santo.
Había pasado año y medio.

Año y medio de silencio, con dos medios de comunicación conocedores de la misma información que le había llegado al PP no precisamente mediante un sobre anónimo. Al PP. La policía conoce los detalles. Tampoco se la proporcionó -aseguran- ningún heraldo procedente de La Safor.

Ni de Alicante. Al PP. La información, al parecer, les llega a los tres conocedores del caso en modo cremallera: medio-partido- medio. Alguien tenía prisa. Pero hubo de aprender a atemperarla con el paso del tiempo. Un tiempo preciso para que Policía y juzgados recopilaran sin riesgo las pruebas suficientes para apuntalar un caso que quienes mejor lo conocen aseguran que está bien fundado. La Fiscalía llegó tiempo después. También la investigación tributaria, que formaría parte ya del pool. Los medios aguantaron el tirón. Ahora han empezado a publicar más de lo que contenía la documentación inicial.

Los mentideros políticos valencianos empiezan a hablar ya de “fuego amigo”, aunque los medios en general aún “compren” casi en exclusiva la versión del chantaje y la venganza desde fuera. Martes de Pasión. Enric Morera era en aquellos tiempos, los de la investigación (a partir de 2007), secretario general del Bloc. Ahora es presidente de Les Corts, y por tanto segunda autoridad de la Comunidad Valenciana, por encima de Mónica Oltra y sólo por debajo de Ximo Puig.

Cuando el martes pasado saltó la noticia de la presunta financiación irregular de su partido, Morera se encerró desde primera hora con todo su equipo en su despacho institucional de Presidencia de Les Corts. En contra de su costumbre con las puertas de acceso cerradas. El grupo parlamentario socialista también estuvo opaco a miradas ajenas ese día, pero porque la casualidad quiso que se realizaran pruebas del sistema antiincendios.

Lo cierto es que la Semana Santa ha sido de pasión en muchos despachos de la izquierda valenciana, y de gozo en el centroderecha local. Las reuniones se suceden en los primeros, y las guardias se reforzado en los segundos durante estos días de fiesta y medio gas que acabarán en la Comunidad Valenciana con las festividades de San Vicente y la Santa Faz de la semana que viene.

En el PP llevan días afilando tuits y memes para una campaña sin cuartel tras años de recibir lecciones éticas de los partidos ahora investigados. Un gran regalo de primer aniversario como presidenta del PPCV (este Lunes de Pascua) para Isabel Bonig. En Ciudadanos simplemente se frotan las manos.