| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La imagen actual de Mónica Oltra dista mucho de ser la de la diputada de las camisetas reivindicativas.
La imagen actual de Mónica Oltra dista mucho de ser la de la diputada de las camisetas reivindicativas.

La pregunta incómoda para la vicepresidenta del Consell que revela su cambio

El derribo de una alquería en la huerta y la aparente falta de implicación del Consell para evitarlo han protagonizado la rueda de prensa posterior al pleno del Consell

| Redacción Valencia Edición Valencia

Fue la primera pregunta de la rueda de prensa de hoy del pleno del Consell y abordaba un tema que no había tratado la vicepresidenta, Mónica Oltra, en los asuntos del orden del día. Cogió el micro Ricardo Pomares, reputado periodista de TVE, y le cuestionó por el desalojo y derribo del Forn de Barraca, por la posición del Consell y, sobre todo, por la suya.

A continuación el redactor ha recordado a Oltra que mientras en los derribos del barrio del Cabanyal, la actual portavoz del Consell se puso en primera fila para impedirlos, en esta ocasión no ha habido representación política en esa alquería entre Valencia y Alboraya, en plena huerta. Y justo todo esto ocurre en el día de la movilización mundial para instar a medidas contra el cambio climático.

La vicepresidenta ha justificado que ahora hace su labor por el patrimonio y la huerta "desde los despachos". El resto de preguntas de periodistas se han sucedido en la misma línea, de por qué el Consell no ha adoptado medidas para parar ese derribo de ampliación de la V-21, como sí que ha intentado el Ayuntamiento de Valencia pidiendo la suspensión cautelar.

Mónica Oltra se mostraba visiblemente incómoda porque sabía que en la imagen colectiva previa a su entrada en el Consell, la actual vicepresidenta aparecía como la activista de las mil camisetas, siempre dispuesta a plantarse en la calle para reivindicar soluciones. No obstante, ahora habla con chaqueta, como portavoz del Consell, con un tono más moderado. En este caso incluso ha tratado de lanzar la pelota "al gobierno de Rajoy", que aprobó estas obras.

Curioso, porque como recoge EsdiarioCV en 2017, el entonces ministro de Fomento, Íñigo Gómez de la Serna, recordaba que Compromís presentó una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado de 2017 pidiendo una partida para ejecutar la V-21, una autovía con una intensidad media de 86.000 vehículos al día “al borde del colapso”. Antes, en 2012, Joan Baldoví preguntó al Gobierno en el Congreso por el retraso en las obras de ampliación. Por aquel entonces el impacto ambiental parecía secundario.

Después Oltra, en la rueda de prensa, ha insistido también en los "20 años de gobierno del PP en la Comunidad Valenciana" y en que "ustedes no saben cómo cogimos a la criatura" -en referencia a la Generalitat-, para aludir, en una especie de ventilador que dispersa responsabilidades, a una falta de información por parte del Estado, "que no nos ha avisado del derribo", y señalar que hasta "cuatro diputados" estaban en Forn de la Barraca, aunque sin especificar nombres. 

Lo cierto es que ella, que también ha subrayado que "a las siete de la mañana estaba con el conseller hablando por teléfono de este tema", hoy se hallaba en el pleno del Consell, "haciendo labor de despacho", como ha insistido, y después interviniendo ante la prensa, afrontando unas preguntas que le han recordado, de sopetón, su pasado reivindicativo que hoy parece tan lejano.

Y volviendo a los hechos que han suscitado las preguntas, el desalojo de las diez personas que han pasado la noche en el interior de la barraca ha comenzado sobre las 6.30 horas. Dos de ellos se han encaramado al tejado y una tercera mujer se ha encadenado a una ventana para tratar de impedir el inicio del derribo. Las detenciones se han llevado a cabo apoyadas por un helicóptero y con un camión de bomberos, que ha desplegado la cesta de la escalera para que los efectivos pudieran acceder al tejado.

Alquería que ha sido derruida.

Sobre las 10.00 horas se ha escuchado los primeros golpes de la pala contra los muros de esta centenaria barraca que desde 1907 lleva sirviendo como horno a toda la población de esta huerta valenciana. El derribo, en menos de una hora, ha generado un gran malestar, trasladado públicamente por numerosos colegios ecologistas y de defensores de la huerta valenciana.