| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez regala Navarra a Bildu y alimenta el avispero nacionalista en España

El PSOE aceptar gobernar la Comunidad Foral gracias a Bildu, que mientras homenajea a ETA y no renuncia a la aspiración pannacionalista de una Euskalherría con el Reino integrado.

| EDITORIAL Editorial

 

 

 

Que Bildu vaya a decidir quién gobierna Navarra, en pleno conflicto territorial en Cataluña y con la amenaza siempre latente en el País Vasco, encierra en sí mismo una gravedad histórica cuyas consecuencias se verán a medio plazo pero que estimulan desde ya, en todo caso, el sueño abertzale de una Euskadi más amplia con el Reino Foral incluido.

Y desde luego da alas no solo al independentismo catalán, sino también al que prolifera con cierta intensidad en las Baleares o Valencia y empieza a asomar desde Canarias hasta Aragón o incluso Asturias, cada uno a su manera y con su intensidad, pero todas igual de perniciosas.

Pero que el carácter decisivo de la nueva Batasuna se lo confiera el PSOE, que va a alcanzar el Gobierno gracias al partido de Otegi, es simplemente un escándalo indigno de un partido crucial para entender la España moderna y su estructura democrática y patriótica.

 

Que Pedro Sánchez aceptara llegar por primera vez a la presidencia gracias a los partidos que debió de haber contribuido a aislar, en pleno desafío a la Constitución como norma de convivencia, ya fue un indicio de hasta dónde estaba dispuesto a llegar con tal de cubrir un fin estrictamente personal que explica, también, el actual bloque institucional de España y la peligrosa deriva económica que comienza a asomar.

Sánchez repite en Navarra su sociedad con el independentismo de la moción de censura y genera un peligro enorme en toda España

Y que ahora repita el mismo comportamiento en un lugar tan delicado como Navarra, sin un Gobierno constituido y a un par de meses de que el conflicto catalán se recrudezca con la sentencia del Supremo; confirma su carencia absoluta de escrúpulos y de principios elementales.

No hace falta decir que, si en cualquier contexto era difícil de explicar, en éste es imposible siquiera de estudiar que el PP o Ciudadanos colaboren en la investidura de un presidente que , a continuación, volvería a pactar con los mismos socios de siempre, a los que sin embargo expulsa del Ejecutivo por su afán de control exclusivo de los resortes y recursos del Estado.

Riesgo para toda España

No es que Sánchez repudie lo que representan Podemos, Bildu o ERC, como cabría esperar del jefe del Ejecutivo de España; simplemente está dispuesto a hacer lo que le pidan pero sin compartir con ellos la gestión del poder, de los presupuestos y de las instituciones.

En esas condiciones, la alarma está justificada: dejar que Otegi y su banda condicionen el Gobierno de Navarra mientras homenajes impunemente a etarras liberados es un problema objetivo cuyas tétricas consecuencias alcanzan la categoría de peligro. Ver que la puerta se la ha abierto el PSOE es, simplemente, entristecedor, irresponsable y escandaloso.