| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La crisis de Ciudadanos, un invento de Sánchez y sus amigos para hundirles

Sánchez es el único responsable de su propio bloqueo interesado, por su negativa a pactar ni a dialogar de nada que no sea firmarle un cheque blanco.

| EDITORIAL Editorial

 

 

 

La presión sobre Ciudadanos en las últimas semanas roza la línea de lo abyecto, y tiene por único fin satisfacer los deseos de Sánchez de lograr su respaldo en la investidura pese a la negativa del líder del PSOE a hacer lo que cualquiera en su situación haría:  sentarse a negociar con sus socios potenciales y llegar a un acuerdo que, a ser posible, persiga la estabilidad de toda una legislatura.

Sánchez no lo ha hecho ni con Cs ni con Podemos, aunque de manera sonrojante se presenta en público, en el fenomenal aparato televisivo que acompaña al presidente en funciones, como un error, un problema o una afrenta de Rivera o de Iglesias.

Se da así la vuelta a la realidad para transformar la insólita posición del PSOE en un problema de sus rivales, conculcando una de las normas básicas de la democracia: el aspirante a la presidencia, que suele ser el vencedor de las Elecciones -salvo el propio Sánchez en 2015- completa sus fuerzas parlamentarias con las de otros partidos, mediante un diálogo que suele incluir un programa de síntesis, con aportaciones y renuncias de todos, y un Gobierno de coalición.

Escandaloso

Pero si en el caso de Podemos es evidente, por mucho que Iglesias se dirija a un precipicio por negarse a aceptar el chantaje, en el de Ciudadanos es simplemente escandaloso. No solo por la insólita exigencia de que le firme un cheque en blanco a Sánchez; sino por la certeza previa de que ello conculcaría el principal compromiso del partido naranja en las pasadas Generales: desalojar de La Moncloa a quien, desde hace cuatro años, lo ha pactado todo con Podemos y el independentismo.

Es inaceptable que el boicot de Sánchez al diálogo y los acuerdos se presente como un problema de Ciudadanos

Siendo tan obvia la secuencia y tan lamentable la actitud trilera del PSOE, conviene preguntarse por la salud mediática de España, donde de manera casi unánime se blanquea todo lo que hace Sánchez y se convierte en culpable a quien, pese a todo, se mantiene firme en sus posiciones.

Firmeza

Las de Ciudadanos son de sobra conocidas y, además, acertadas: no se puede investir a un presidente para que gobierno con Podemos, pero sin Podemos en el Consejo de Ministros, y sustentado de nuevo en el separatismo, cada día más cercano por mucho que se intente disimular en público.

Rivera no debe traicionarse a sí mismo y a sus votantes por muchas presiones que reciba ni por mucho que se magnifiquen las dimisiones de tres o cuatro dirigentes de su menor rango. Pero haría bien en explicarlo más y mejor, empezando con un argumento incontestable: si Sánchez de verdad quiere el auxilio de Cs, ¿por qué se niega a proponerle ni el más mínimo acuerdo?