| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Codorniú traslado su sede fiscal por el procés, pero fue siempre Freixenet quien luchó contra el separatismo
Codorniú traslado su sede fiscal por el procés, pero fue siempre Freixenet quien luchó contra el separatismo

El boicot a la 'Marca España'

El independentismo no se suma a la condena del boicot a los productos catalanes porque, a cambio, tienen que ser incluidos en la 'Marca España'. Todas las claves del boicot, firma a firma.

| ESD / F.E. Opinión

Mucho se ha hablado del supuesto boicot a los productos catalanes, pese a que el más claro ha sido el de los propios soberanistas, responsables con el 'procés' del hundimiento de la economía de Cataluña y de la mala imagen de la Comunidad. Poco,  o nada, se ha discutido sin embargo sobre le boicot a la 'Marca España', dañada también por un conflicto que dura ya unlustro.

Y, sin embargo, el Estado se está volcando en evitar que los productos catalanes sufran más por el desafío. La última vez, esta misma semana en el Senado. Y lo hizo con un alegato en contra del boicot a los productos catalanes y su inclusión, como los que más, en la Marca España de la que los independentistas no solo no quieren saber nada sino que incluso se oponen a ella.

La paradoja se ha producido en el Senado, donde se ha aprobado una moción impulsada por el PP a la que se han sumado PSOE y Ciudadanos, con la abstención de Unidos Podemos, para instar al Gobierno a apoyar todos los productos, incluidos los catalanes, de la marca España evitando boicot de los productos catalanes.

La moción ha cosechado 204 votos a favor, 26 en contra y 21 abstenciones. En contra han votado, curiosamente, los senadores de ERC y PDeCAT, además de los de PNV, Coalición Canaria, Compromís y Bildu.

En su defensa, el senador 'popular' Vicente Aroca expresaba su apoyo al pueblo catalán para que la comunidad salga de la situación económica, que a su juicio, le ha sumido los dirigentes independentistas. Aroca se mostraba "radicalmente" en contra del boicot comercial, por ello pedía diferenciar entre ciudadanos y gobernantes, señalando que un boicot tiene consecuencias económicas perjudiciales "para todos" y "carece de sentido" en un mundo globalizado.

Unidos Podemos se ha abstenido porque la iniciativa "ahonda en la herida" y el PP no hace autocrítica

Las críticas de la oposición se han centrado en el "electoralismo" y la "ideología", que a su juicio, esconde la moción. Si bien el PSOE ha terminado apoyando la iniciativa como ejercicio de "responsabilidad" y "en aras de evitar males mayores", alegando que el objetivo final de la medida es "desbloquear el boicot".

No obstante, en su primera intervención, la socialista María Perla Borao criticaba la "carga ideológica" de la moción, asegurando que invita a un debate "bronco" y que no sirve para cambiar la actitud de los consumidores. Por ello, el PSOE presentó una enmienda transaccional, que finalmente fue aceptada por el PP, para que se incluya una campaña de concienciación sobre el "perjuicio que supone comportamientos de boicot" y "apelando a la solidaridad entre españoles".

Por parte de Ciudadanos, el senador Luis Crisol, defendió que el boicot "no tiene sentido para los catalanes ni para el resto de españoles", alertando de que muchas empresas catalanes sufren lo que considera un "doble boicot": uno por ser catalanas y otras dentro de la comunidad por haber mostrado su deseo de abandonar Cataluña.

El grupo de Unidos Podemos justificaba su abstención apuntando a que la iniciativa "ahonda en la herida" y en ella el PP no hace "ningún tipo" de autocrítica. "Lo que pasa en España tiene que ver con lo que no ha hecho el PP: dar una solución politica a lo que pide la mayoría de catalanes, que es votar en un referéndum vinculante", replicaba la senadora 'morada' Sara Vilà.

Una propuesta "vejatoria"

Las formaciones independentistas en el Senado han atribuido la inestabilidad económica al Gobierno, señalando que la incertidumbre la ha generado la violencia empleada por el Gobierno y por su falta de diálogo.

Joaquim Ayats, de ERC, ha dicho no compartir el foco de la iniciativa. "No compartimos el relato, nos gustaría que fuera 'no boicots', sin tener que apoyar la marca España o la marca Cataluña", ha explicado, para después atribuir al Gobierno la inestabilidad económica que se vive en la comunidad.

 

 Los Tous pusieron en su Fundación a Sor Lucía Caram, la monja independentista

 

Igualmente, la senadora de PDeCAT Maria Teresa Rivero ha tachado la propuesta de "vejatoria", "falsa" e "innecesaria". Según ella, la campaña de deslocalización de empresas catalanas unida a la "perversa política económica" del Gobierno sobre Cataluña, la intervención de las cuentas de la Generalitat y el bloqueo de subvenciones está detrás de la caída económica.

PNV se ha mostrado en contra, señalando que la propuesta está "trufada" de ideología y no mejora la economía "ni busca frenar la campaña de boicot", ha dicho la senadora Maria Dolores Etxano.

Por parte de Compromís, el senador Carles Mulet ha cargado contra la iniciativa 'popular' asegurando que "no sirve absolutamente para nada" y se trata de un ejercicio de "cinismo e hipocresía". El senador valenciano le ha recordado al PP el boicot a productos catalanes y las campaña de recogida de firmas contra el Estatut, acusando a los 'populares' de "sacar rédito electoral" a costa de fomentar "fobias" en el seno de España.

Marcas secesionistas

El separatismo ha tenido un impacto brutal en la economóa catalana, con 3.000 empresas en fuga de la Comunidad a la búsqueda de un destino más estable. Además, el comercio ha perdido hasta un tercio de sus ventas y el turismo y las reservas hoteleras se han desplomado.

En ese mismo contexto, la venta de productos catalanes en el resto de España también ha caído afectada por la evidente relación entre algunas empresas y el soberanismo que ha llevado a incluir en el mismo saco para el consumidor, de forma injusta, a todo tipo de productos.

Lo cierto es que sí hay compañías que no sólo defienden la independencia sino que, de algún modo, la han patrocinado a través de entidades como la Fundació D’ Empresaris de Catalunya (FemCAT), cuyo lema no deja lugar a dudas: “Fem de Catalunya un dels millors països del món" ("Hacemos de Cataluña uno de los mejores países del mundo").

En mayo de 2014, FemCAT publicó un manifiesto en el que “nuestro país [Cataluña] necesita un marco de competencias más amplio y una mayor capacidad normativa que no tiene en estos momentos. La actual organización política del Estado y el marco jurídico estatutario no han permitido resolver estas cuestiones, pero también es evidente que la sociedad civil catalana no ha sabido influir ni presionar eficazmente para remediarlo”.

 Marcas muy conocidas

¿Y quiénes son estos empresarios que han dejado meridianamente claro que lo que les interesa de los españoles es su dinero y no compartir un mismo país? La lista es muy amplia, sin atendemos a lo que publica la propia entidad en su web, en el apartado “Membres del Patronat de la Fundació”.

Algunos de ellos están vinculados a marcas de bienes y servicios muy conocidas en el resto de España:

Ricardo Aubert: uno de los cinco vicepresidentes de FemCAT es consejero de la compañía Simon, que se dedica a la producción de material eléctrico de baja tensión, como enchufes, interruptores y apliques, entre otros.

Elena Massot: ocupa otra de las vicepresidencias de FemCAT, en calidad de consejera delegada de la inmobiliaria Vertix, cuyos mercados principales de actividad son Cataluña y Baleares, si bien también vende inmuebles en Madrid.

 

Artur Mas, en 2012, visitando la sede central de Gallina Blanca

 

Josep Mateu, patrono de honor de la Fundación, es el presidente de la aseguradora RACC, que ofrece todo tipo de seguros, desde hogar hasta automóvil.

Como patrono también figura Jordi Bagó, consejero delegado del grupo hotelero Sehrs. La cadena opera sobre todo en Cataluña, pero asimismo tiene implantación territorial en Madrid, Torremolinos, Valencia, Benidorm, Tenerife, Cartagena y Lorca.

Hay marcas muy conocidas de fast food, moda o comida para perros cuyos jefes están en la fundación más secesionista

Entre los vicepresidentes de FemCAT también se encuentra, Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo Sifu, una empresa especializada en servicios auxiliares (limpieza, conserjería, etcétera), que cuenta entre sus clientes con numerosas instituciones y entidades públicas, como la Junta de Andalucía, Aena Aeropuerto, la Empresa Municipal Saneamientos de Córdoba, el CSIC, el Servicio Aragonés de Salud, Cruz Roja Española, el Ayuntamiento de Montilla en Córdoba, el Gobierno de Cantabria, el Instituto Nacional de la Seguridad Social, el Instituto Tecnológico de Canarias o la Junta de Castilla La Mancha.

Albert Esteve, patrono de Femcat, es el consejero delegado de los laboratorios Esteve. Algunas de sus marcas más conocidas son Dormidina y Afterbite.

Hasta los bocatas

Nuria Bassi: presidenta de Basi, compañía que comercializa en España la marca Lacoste así como otras de moda y complementos, tales como Armand Basi, Nautica o Cole Haan.

Pere Busquets: director general de Busquets Gruart, compañía fabricante de mochilas y material escolar. También tiene la licencia para vender en España las siguientes marcas muy conocidas por los estudiantes: Gorjuss, Bestial Wolf, Ducati Corse, Flamenco, Hot wheels, Lady desidia, Reverse, Hablando sola, UNKEEPER y La Volátil.

Ernest Pérez-Mas: es presidente ejecutivo de Parlem Telecom, compañía de telecomunicaciones que tiene participación en MasMovil.

Otro patrono de FemCAT es Josep Santacreu, consejero delegado de la aseguradora DKV.

Otra empresaria que forma parte del patronato de la Fundación es Mireia Tomàs, presidenta del consejo familiar del grupo Agroalimen, cuyas marcas son, seguramente, muy conocidas entre el gran público: Affinity (comida para mascotas), Gallina Blanca, Avecrem, Pans&Company, Bocatta, Fresc Co, El Pavo o Bicentury.

 

Freixenet, ya en 2014, se mojó por la unidad de España con un anuncio navideño que brindaba por otros cien años "juntos"

 

Por contra, el papel de otros empresarios ha sido decisivo en el freno al secesionismo, al asumir un papel público claro y rotundo frente a la independencia. El caso más notable es el del presidente de Freixenet, José Luis Bonet, un demonio para el secesionismo y un emblema de la unidad de España y Cataluña, que tiene en la entidad Empresaris de Catalunya la antítesis de la Fundación secesionista.

Freixenet y Tous, las dos caras de la moneda

En el constitucionalismo están, amén de todas las grandes empresas catalanas del IBEX35, nombres del mundo económico catalán tan conocidos como Ramon Romagosa, Ferran Brunet, Enrique Saegner, Jorge Buxadé, María Moya o Sergio Martínez Campos.

Y, entre medias, quedan casos como Tous, cuyo viraje desde el soberanismo hasta la unidad de España probablemente resume la esencia del conflicto y la mejor manera de enfocarlo: tan absurdo es que el consumidor haga un boicot total a los productos catalanes como exigirle que adquiera el producto concreto de quien ha utilizado esos recursos para alimentar, económica o políticamente, a Puigdemont y compañía.