Santi Mina se divierte a costa de una tierna Real Sociedad

Y es que los ches se encontraron en el encuentro de hoy con un oponente mermado por las bajas de hombres tan importantes como Rulli; Xabi Prieto o Willian José, y que, a la vez, acusaba el mazazo sufrido menos de 72 horas atrás en forma de eliminación europea ante el Salzburgo, pero que aún así iba a dar guerra.

Así pues, unos primeros minutos marcados por la posesión inocua que el tridente Illarramendi-Zurutuza-Canales era capaz de acumular, pronto dejaron paso a un control de juego valencianista basado en una presión cada vez mayor sobre el poseedor del balón que hacía posible los rápidos despliegues al contragolpe tras recuperación; algo que, además, las lentas transiciones defensivas realistas no iban a poder contrarrestar.

Tras un par de intentos (en unos de ellos Carlos Soler pudo ser objeto de penalti), y otras tantas acometidas ante las que la retaguardia realista solamente pudo detener el juego llevándose la pertinente amonestación; Parejo y Rodrigo conseguirían crear superioridad a través de una rápida combinación en la zona ancha para que Montoya -tras brillante cabalgada por el flanco derecho- pusiera un medido centro en la cabeza de un enrachado Santi Mina, algo que el ariete no iba a desperdiciar para poner el 1-0 diez minutos antes del intermedio. Era el quinto tanto del punta gallego en los últimos diez encuentros.

Sin embargo, el encuentro daría un inesperado giro a los ocho minutos de la reanudación, tras aprovechar Oyarzábal un grosero error de Murillo en la salida de balón; era un mazazo inesperado que provocaría una preocupante desconexión valencianista durante los posteriores minutos. Mientras tanto, el cuadro donostiarra cada vez se encontraba más cómodo sobre el rectángulo y, fruto de ello, el ex valencianista Canales comenzaba a aparecer de forma permanente rondando las inmediaciones del área local.

De cualquier modo, el fútbol es muy caprichoso. Y muestra de ello fue el imperdonable error de Toño -¡Cuánto echó de menos la Real a Gerónimo Rulli! mediante el cual no hizo sino dejar un balón suelto en el área pequeña que Santi Mina sólo tendría que impulsar al fondo de las mallas mediado el segundo tiempo.

La Real Sociedad estaba siendo superior a través de su control del juego en la parcela ancha, aunque acabaría cayendo víctima de sus propios errores en las dos área (Bautista tampoco acertó a convertir un rechace de Neto a bocajarro a falta de diez minutos); mientras tanto, el Valencia volvió a ser capaz de realizar lo que en las últimas semanas mejor viene llevando a cabo: ganar sin necesidad de jugar bien. Algo, por otro lado, muy propio de los equipos grandes.