| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Integrantes del Cemfas asisten a un ejercicio de efectivos de la base de Cerro Muriano, en Córdoba.
Integrantes del Cemfas asisten a un ejercicio de efectivos de la base de Cerro Muriano, en Córdoba.

La muerte de los soldados en Cerro Muriano pasa a manos de un tribunal militar

La familia de uno de los fallecidos recurrirá la decisión de traspasar el caso, que se complica tras destaparse los 'castigos' a los soldados, y pide prisión para uno de los altos mandos.

| Manuela Herreros Actualidad

Los duros ejercicios militares a los que se enfrentaron los soldados de la base de Cerro Muriano, en Córdoba, el pasado 21 de diciembre y que se saldó con la muerte de un soldado y un cabo por ahogamiento puede tener consecuencias para los responsables de las maniobras, pero no las determinará un juzgado ordinario, sino uno militar.

Esto se debe a que el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba, que investigaba hasta ahora el caso, ha dictado un auto en el que acuerda su inhibición en favor de la jurisdicción militar al considerar que ésta es la competente para ello, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

 

Al respecto, ya les adelantamos en ESdiario que la Fiscalía Provincial emitió un informe en el que señalaba que "la jurisdicción militar es la competente para continuar con la investigación", amparando al Juzgado Togado Militar Territorial número 21, con sede en Sevilla, que pidió que se inhibiera a su favor.

Las familias de ambos militares, el soldado Carlos León de 24 años y el cabo Miguel Ángel Jiménez de 34, están personadas en las diligencias que investigan dos presuntos delitos de homicidio imprudente. Pero ha sido la familia de León, la que a través de su abogado Luis Romero, ha reiterado su rechazo a que la muerte de su hijo y del cabo que se lanzó al agua para salvar la vida de sus compañeros, se traslade a la justicia militar. El letrado ha anunciado este martes que recurrirá la decisión y ha pedido que declare en sede judicial el capitán responsable del ejercicio, así como solicitará como medida cautelar su ingreso en prisión provisional.

El caso se complica al conocerse el castigo que sufrieron

Desde que se conoció el fallecimiento de los militares el caso ha ido arrojando dudas sobre la falta de seguridad durante las maniobras, por la ausencia de salvavidas, ambulancia y de 'línea de vida' (cordón que sirve para unir a los buzos). Pero todas las alertas saltaron este lunes al conocer que 20 de los 60 militares que iban a efectuar el cruce del lago, en el que no hacían pie, llevaban sobrecarga en sus mochilas "como castigo por la mala ejecución de un ejercicio durante la instrucción previa", entre ellos el soldado sevillano Carlos León.

 

Así lo ha confirmado en base a las diligencias del caso el abogado Luis Romero, que representa al soldado sevillano, de forma que "casi la mitad de los soldados cargaba desde dos semanas antes del siniestro con lastre en su mochila", concretamente una mina inerte en su macuto, mientras que los mandos, ni los soldados de la segunda sección portaban dicho peso extra, que presuntamente fue colocado por el mando. Cabe recordar que estos 'castigos' están prohibidos al considerarse un abuso.

Así fue el ejercicio 'mortal'

De este modo se internaron en el lago parte de los militares que formaban la primera sección a la que se ordenó entrar en el agua en la base de Cerro Muriano, según ha explicado el letrado. El cruce de la balsa se produjo con la luz del día, cerca de las 9.00 horas, aunque la actividad de los militares se había iniciado horas antes.

Se explicaron los objetivos y la manera de llevarlos a cabo, se dieron las instrucciones, e incluso se llevó a cabo previamente una prueba fallida antes de que los efectivos entraran en el agua. Se había dispuesto una cuerda atada a dos encinas, una especie de guía que dividía la superficie del agua por su parte más corta (la distancia entre orilla y orilla era de unos cien metros).

El abogado Luis Romero durante la rueda de prensa este lunes en Sevilla

Los soldados entraron en el agua sin chaleco para aligerar el peso, según las fuentes, pero la práctica se frustró unos minutos, de hecho, la segunda compañía no llegó siquiera a iniciar el ejercicio. Los mandos y el resto de soldados que estaban fuera del agua fueron los primeros en socorrer a los compañeros, que pedían auxilio desde el agua, entre ellos, el cabo, Miguel Ángel Jiménez Andújar.

Otro de los soldados fue rescatado del agua en parada cardiorrespiratoria. Le salvó la vida otro militar antes incluso de que llegara la ambulancia, al hacerle la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP). Algunos de los efectivos que iniciaron el rescate terminaron teniendo que ser a su vez rescatados y atendidos por hipotermia. El Ministerio de Defensa apartó del mando al capitán que ordenó el ejercicio horas después del suceso.

Dos vidas truncadas

El soldado Carlos León Rico, vecino de El Viso del Alcor, estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Había dejado su carrera de Derecho para incorporarse al Ejército. Ya había culminado las dos primeras fases de formación en el Centro de Formación de Tropa, número 1, ubicado en Cáceres y hacía poco más de mes y medio que había llegado a la Base de Cerro Muriano para completarla en la unidad de destino.

El cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, natural de Adamuz (Córdoba), estaba casado y esperaba un hijo. Había ingresado en el Ejército en 2011 y tenía dos condecoraciones al mérito tras haber participado en las misiones de Líbano y Letonia.