La Diputación de Soria prestará este servicio a través de Caja Rural con un coste de 300.000 euros en 4 años. Una furgoneta viajará de pueblo en pueblo para dar servicios bancarios básicos.
La Diputación provincial de Soria quiere acabar con la exclusión bancaria a la que se ven sometidas muchas localidades rurales que no cuentan con servicios tan esenciales como una sucursal o un simple cajero automático.
Para ello gastará 300.000 euros durante 4 años, a razón de 75.000 euros anuales, en un servicio de banca móvil que dará servicio a 51 pueblos de la provincia. La adjudicación de este contrato ha sido para Caja Rural de Soria, que ha puesto encima de la mesa la oferta "más ventajosa y satisfactoria para los pueblos de la provincia", según el presidente de la Diputación, Benito Serrano.
El servicio se prestará en ese medio centenar de pueblos a través de una unidad móvil equipada con un vigilante de seguridad armado que acompañará a los empleados de la entidad, brindando así mayor seguridad y tranquilidad a los residentes.
Benito Serrano enfatizó la importancia de esta iniciativa, señalando que "se beneficiará a todos los rincones de la provincia" y que es especialmente relevante para las personas mayores, que representan la mayoría de la población en estas zonas rurales y a menudo enfrentan dificultades para desplazarse a áreas con sucursales bancarias.
La Diputación de Soria ha llevado a cabo un estudio exhaustivo de las necesidades de las personas que residen en zonas rurales y ha implementado este servicio pionero que se adapta y apoya la vida en el campo. El servicio se llevará a cabo a través de cuatro rutas diferentes, con una furgoneta que visitará los 51 pueblos de lunes a viernes, cada uno con su propio horario de atención