| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Carlos Mazón
Carlos Mazón

¿Y ahora qué, Cataluña?

Los trasvases y canalizaciones de ríos para conseguir una agricultura mucho más productiva son tan antiguos como los milenarios del Tigris y Éufrates en Mesopotamia

| Pedro Nuño de la Rosa Edición Alicante

Los alicantinos no hemos olvidado aquellos buques cisterna que hace apenas unos años llevaron agua potable a Benidorm. Hoy mismo esos grandes cargueros llegan a la transida Barcelona reclamados por el Govern catalán. Ese mismo gobierno, o mejor dicho “melé” de partidos independentistas, que antes nos negaron el trasvase de la desembocadura del Ebro con una canalización que revertiría aguas sobrantes no sólo en la Comunidad Valenciana, sino y también en Murcia, Granada y Almería, beneficiando a todo el sector turístico y hortofrutícola del Sudeste español.

La frase de Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, ha sido demoledora y bien audible para los oídos sordos de la plaza de Sant Jaume donde se confrontan las puertas del Parlament de Catalunya y del Ayuntamiento barcelonés:

No le vamos a negar el agua a quien en su día nos la negó”, dijo el alicantino, sonando a bofetada en la jeta de quienes (presuntuosos ellos/as) se atribuyen falsas paternidades históricas y lingüísticas sobre los valencianos, como si antes no hubiéramos sido íberos-contestanos, mixtura fenicia y cartaginesa, provincia romana, extremo de Al-Ándalus y durante un período más corto súbditos de un Jaume el Conqueridor, occitano (Francia), para después de resuelta la Guerra de Sucesión a favor de los Borbones, quedar en el mapa hispano, de Isabel II, totalmente separados como regiones independientes, hasta que en los 70 del pasado siglo un grupo de intelectuales formados y amaestrados en la Universidad de Barcelona comenzaron a utilizar el término de Països Catalans como contraposición hipernacionalista al franquismo.

No le vamos a negar el agua a quien en su día nos la negó

Por otra parte, la propia Enciclopedia Catalana reconoce que su lengua nació en Occitania y Andorra para extenderse después por lo que hoy son las cuatro provincias españolas con bandera mismamente cuatribarrada. Así que: menos lobos caperucita pasando de madre a madrastra capaz de negarnos el agua que sirve para beber, aunque como dijo el poeta Machado no sepamos para qué sirve la sed.

Los trasvases y canalizaciones de ríos para conseguir una agricultura mucho más productiva son tan antiguos como los milenarios del Tigris y Éufrates en Mesopotamia. Es más, en el plan hidrológico que diseñó Aznar, parte de 6000 hm³, podrían bajar hasta la nueva zona almeriense, después de haber abastecido las comunidades valenciana y murciana, y aún sobraría otro tanto para elevarlo Tarragona y Barcelona. Desde luego una obra monumental, con un presupuesto estratosférico, pero que había de nuestro país, de facto que no de nombre, la auténtica huerta de Europa.

En su día muchos se rieron del trasvase Tajo Segura y de los envases que hizo Franco, también conocido como “Paco Pantanos”, y ahora se las han tenido que tragar dobladas cuando aquellos grandes contenedores naturales empiezan a mermar hasta enseñarnos los fondos cuarteados, la “pertinente sequía” aterra porque no hay mayor angustia que el ansia de agua, incluso más pavorosa que el hambre. Y lo que es más grave, después de la muerte del dictador, no se ha seguido con un plan hidrológico nacional más sobrado que suficiente, pero que, de haberse llevado a cabo, al menos en sus obligadas y primeras instancias hidrológicas, ahora no estaríamos con el agua apenas rozando la planta del pie, ni los titulares de todos los medios de comunicación pavorizando al personal, empezando por los mismísimos políticos catalanes tan preocupados por saberse quiénes eran desde una paranoia antiespañolista, habiéndose de sus propias necesidades fisiológicas empezando por el líquido elemento, principio y fin de la existencia de cualquier ser vivo. Pero y precisamente por ello: de obligada solidaridad en su repartición y consumo.

¿Se imaginan que hubiéramos negado los barcos que salen de Valencia y Sagunto para dar de beber a un tercio de Barcelona? Poco menos que nos hubiesen mandado a los Mossos d’Escuadra, aunque no creo que se asustasen mucho en la Capitanía General de Valencia (o del Levante).

Nunca un manojillo de diputados indepes obtuvieron tanto a cambio de joder al resto (nosotros los valencianos, recuerden a Joan Fuster). Por eso hace falta en España un gobierno fuerte que se atreva a poner en marcha las obras que ni Aznar, ni Rajoy se atrevieron a acometer desde la obligatoriedad de un Gobierno central, que suponíamos por encima de los autonómicos como en cualquier país del mundo, incluido los confederados cuando el interés nacional está por encima de cualquier territorio.

Hace algún tiempo, tanto los de Esquerra Republicana como los de Junts per Cataluña dijeron que Ceuta y Melilla debían devolverse a Marruecos, sólo falta que Mohamed VI lo intente como en Chafarrinas, y Sánchez por seguir blindado en La Moncloa se las entregue al sátrapa. Billar a tres bandas, y Puigdemont con esos pelos.

País de países. A estos les das la mano y se toman hasta sálvese las partes.