| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Foto de archivo. Refugiados ucranianos.
Foto de archivo. Refugiados ucranianos.

La Comunitat Valenciana, la quinta autonomía con más solicitudes de asilo

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recuerda que 2021 fue un año de grandes éxodos, aunque denuncia que no todos recibieron la misma atención, ni la misma respuesta política.

| Sonia García Edición Valencia

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Valencia ha reclamado hoy, en la presentación de su vigésimo ‘Informe 2022: La situación de las personas refugiadas en España y Europa’, que se ofrezca un trato igualitario a la hora de acceder a la protección a todas las personas que lo necesitan, independientemente de su origen o procedencia. La organización considera una buena práctica la respuesta que se ha dado, tanto a nivel europeo como español, al desplazamiento desde Afganistán, o más recientemente a quienes han tenido que huir por la invasión de Ucrania.

En lo que respecta a las cifras, la valenciana fue la quinta CCAA en numero de solicitudes de asilo con 4.259 por detrás de Madrid 18.295, Cataluña 8.519, Andalucía 6.902 y Canarias 5.495. Por provincias, València fue la sexta en número de solicitudes de asilo con 2.528, por detrás de Madrid 18.295, Barcelona 6.995, Santa Cruz de Tenerife 3.302 y las ciudades autónomas de Melilla 3.277 i Ceuta 3.152. Alacant y Castelló con 1.227 y 504 solicitudes de asilo, disminuyeron el número respecto del año anterior en que hubo 1.235 y 900 solicitudes respectivamente.

El numero de solicitudes de protección internacional en el Comunitat Valenciana cayó en más de un 50 % en 2021 (9.060 en 2020), ello se debió a factores como la reducción de la movilidad y cierre de fronteras por la pandemia, pero también y en función de provincias, por la reducción de las citas telemáticas para solicitar asilo, los requisitos solicitados para el acceso al procedimiento y el retraso en las citaciones para manifestar la voluntad de solicitar protección y de formalizar la propia entrevista de asilo.

En 2022 ya sin los efectos de la pandemia, el acceso al procedimiento de asilo se ha dificultado hasta el punto de que es prácticamente imposible conseguir una cita telemática en la provincia de València. Es por ello que muchos solicitantes acaban comprando las citas a través de plataformas informáticas, este hecho se viene denunciando desde hace meses, solicitado las entidades de asilo reiteradamente a las administraciones públicas y autoridades competentes para que pongan soluciones, y finalice esta vulneración al acceso a un derecho fundamental como es el derecho de asilo.

Asímismo CEAR señala en el informe que 2021 será recordado por ser un año de grandes éxodos globales que han provocado que actualmente en el mundo más de 100 millones de personas hayan sufrido desplazamiento forzoso. Entre los sucesos de mayor impacto en nuestro país durante el pasado año, además de la continua llegada de personas a través de la ruta canaria, destaca la entrada en Ceuta de miles de personas, en la cual se produjeron falta de identificación de situaciones de vulnerabilidad y devoluciones sumarias. Unas prácticas que también se dieron en islotes españoles.

En contraposición, señala la rápida respuesta del Estado español para colaborar en la evacuación de personas afganas, en el marco de la Operación Antígona, que demostró que con voluntad política el sistema de protección y acogida puede adaptarse para responder “ágil y eficazmente”.

Retos y oportunidades del sistema de asilo

El año pasado, España duplicó su tasa de reconocimiento de asilo hasta el 10,5%, una mejoría que la entidad espera que las autoridades sigan ampliando este año para acercarse a la media europea del 35%. Sin embargo, el número de personas solicitantes de protección internacional en España se redujo un 26%, en parte, debido a las restricciones de movimiento por la pandemia, pero también porque siguen existiendo enormes dificultades de acceso al territorio español, manteniendo visados de tránsito a personas de países en conflicto como Siria, Palestina y Yemen.

Además, una de las principales preocupaciones de la organización se centra en la dificultad del acceso al procedimiento de protección en el territorio: la escasez de citas telemáticas, los retrasos en las mismas y criterios dispares en los requisitos de acceso a la formalización de la petición según la provincia donde se solicite, lleva a las personas a tardar entre seis u ocho meses de media para presentar su solicitud de asilo.

Del total de 69.891 resoluciones que hubo en 2021, solo 7.371 fueron favorables, destacando positivamente la protección concedida las personas procedentes de Malí, con más de un 82% de peticiones aceptadas, consolidándose el cambio de tendencia que se inició el año anterior, ya que hasta 2020 eran rechazadas mayoritariamente.  En contraposición seguimos viendo como los casos procedentes de Colombia, Honduras o El Salvador, siguen recibiendo más del 90% de resoluciones desfavorables, a pesar de los altos índices de violencia que sufren muchas personas en estos países.

Debido a la falta de vías seguras, las personas procedentes de países africanos tuvieron que volver a arriesgar sus vidas para llegar a nuestro país. Al menos 1.109 personas perdieron la vida en su trayecto hacia Canarias, récord de muertes en la ruta atlántica, que se consolida como una de las más peligrosas del mundo.

Como gran oportunidad, la organización destaca especialmente la gestión del tratamiento y la acogida de emergencia de personas procedentes de la invasión de Ucrania, lo cual ha demostrado nuevas formas de hacer mucho más eficientes, ágiles y coordinadas, facilitando el acceso de las personas a la protección a través de la innovadora puesta en marcha de los CREADE (Centros de Recepción, Atención y Derivación). Este modelo debería ampliarse y extenderse a todas las personas que llegan a nuestro país solicitando protección internacional ya que permitiría un proceso de registro y acceso al sistema a través de estasventanillas únicas del asilo” para su posterior formalización, estudio y canalización por las vías habituales.

“En los grandes exilios forzosos de 2021 y de este año hemos visto las dos caras de la Unión Europea y España. Es importante aprender de las buenas prácticas y que se promueva siempre un mensaje en positivo vinculado a quienes acogemos en los países de recepción para evitar los miedos y el rechazo social, garantizando el acceso a la protección como punto de partida de cualquier Estado de Derecho. Por eso, la experiencia de la acogida de Ucrania, con la puesta en marcha de los CREADE, ha sido muy positiva y ha proyectado una imagen de solvencia y coordinación necesaria, por lo que proponemos su continuidad, extendiéndose a todas las personas solicitantes con independencia de su lugar de origen o procedencia”.

Asilo en Europa y nuevo Pacto

630.630 personas solicitaron protección internacional en la UE el año pasado, alcanzando cifras previas a la pandemia. Alemania (190.545), Francia (120.685) y España (65.404) fueron los tres principales países de acogida. A nivel europeo, CEAR también recuerda los pocos avances que se dieron en 2021 en las negociaciones sobre el Nuevo Pacto de Migración y Asilo. Hasta la fecha se han alcanzado acuerdos sobre la Directiva de la Tarjeta Azul, la creación de la Agencia de Asilo de la UE (EUAA) y el reciente compromiso para avanzar en un mecanismo de solidaridad, que se concretará en las próximas reuniones con la Comisión Europea. El resto de propuestas continúan en negociación por la diferencia de posturas entre los países del sur, norte y bloque de Visegrado.

Jamila, la prueba de que el asilo salva vidas

La presentación del Informe Anual de CEAR en Valencia contó entre otras personas refugiadas con la intervención de Jamila, periodista y activista refugiada afgana que relató el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en Afganistán sobre todo de las mujeres a las que se quiere borrar de la vida laboral, civil y política. Ella junto son sus hijas fueron evacuadas por el Gobierno Español tras la vuelta al poder de los talibanes en Afganistán. Actualmente vive en uno de los centros de acogida de CEAR en Valencia.