Ambos medios autonómicos se integrarán de "carácter inmediato" en sus respectivas aplicaciones mientras se avanza en nuevos "espacios de reciprocidad"
À Punt y TV3 configurarán la piedra angular del nuevo proyecto de “reciprocidad” pactado por Ximo Puig y su homólogo catalán Pere Aragonés en el marco de la “prosperidad compartida” entre regiones. Un acuerdo que permitirá visualizar los dos canales autonómicos en sus respectivas aplicaciones mientras se acaban de solventar los “problemas técnicos” que superen las dificultades de recepción en los canales habituales. "En Cataluña queremos ver À Punt", remarca Aragonés.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha hecho especial énfasis en el acuerdo alcanzado en Les Corts para abrir ese “espacio de reciprocidad” que otorgue “proyección” a las lenguas cooficiales. Por lo pronto, el consumo audiovisual en las plataformas digitales servirá como solución a “parte de los obstáculos”. “Ahora las plataformas se han hecho con la hegemonía, si queremos luchar en ese área debemos tener las ventanas lo más abiertas y engrasadas posibles”, defiende el jefe del Consell.
Serán los máximos responsables del ámbito comunicativo autonómico los encargados de concretar propuestas que “de carácter inmediato” permitan ejecutar estos intereses pactados, aunque recalcan que se continuará con la “máxima ambición” sin olvidar los obstáculos técnicos existentes.
Aragonés ha coincidido también con Puig en la necesidad de crear "proyectos audiovisuales compartidos", ya que los que se han llevado a cabo hasta ahora tienen una "valoración muy positiva".
Para el líder independentista, "las lenguas que no tenemos todo un Estado detrás necesitamos aumentar el volumen de producción audiovisual porque hay un potencial extraordinario que trabajaremos conjuntamente".
Por otro lado, ambas ejecutivas han puesto en marcha un equipo de trabajo dedicado a “tejer alianzas" en el ámbito económico, social y cultural: Defensa conjunta de los fondos europeos Covid; mecanismos de cooperación en el ámbito público; unión de proyectos paralelos como el hidrógeno verde y la economía azul; experiencias compartidas en materia de salud mental; impulso definitivo al corredor mediterráneo; infrafinanciación y crecimiento sostenible; y la intensificación de relaciones en el ámbito cultural.