| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El BCE presenta pérdidas por primera vez en los últimos 19 años

El escenario de pérdidas del BCE esconde una situación relativamente grave no a día de hoy pero si a medio-largo plazo

| Jaime Caneiro Edición Valencia

Las empresas europeas no son las únicas que tienen que hacer frente a la presentación de resultados del año pasado. El Banco Central Europeo (BCE) también tiene que rendir cuentas, y lo hará hoy un día en el que presentará sus primeras pérdidas operativas desde el año 2004, cuando el organismo tuvo unos resultados negativos que superaron los 1.500 millones de euros durante el ejercicio.

La tendencia de los resultados del BCE en los últimos años reflejan que las pérdidas de 2022 son inevitables. En 2019 el organismo tuvo un resultado positivo de 2.366 millones de euros, el más elevado de la historia, y desde entonces este se ha deteriorado enormemente. En 2020 los beneficios fueron del entorno de los 1.600 millones, y en 2021 se quedaron en 192 millones de euros y, según publicó el BCE en su momento, "la disminución de los beneficios obedeció en su mayor parte a los menores ingresos procedentes de la cartera en dólares y de los valores mantenidos con fines de política monetaria, así como al traspaso a la provisión para riesgos financieros".

¿Por qué pierde dinero?

En el caso del BCE, las pérdidas son ciertamente el resultado del deterioro en la valoración de su balance de activos. Durante los años en los que compró deuda de forma masiva para intentar que la inflación se viera reducida, el balance llegó a superar los 8,8 billones de euros, un tamaño gigantesco que después de las caídas que se produjeron el año pasado en renta fija contribuyen a generar un resultado negativo para el BCE.

Por otro lado, hay que destacar el incremento que se ha producido en el tipo de facilidad de depósito que marca la institución, el porcentaje que paga el BCE a los bancos por el dinero que depositan en su ventanilla.

El escenario de pérdidas del BCE esconde una situación relativamente grave no a día de hoy pero si a medio-largo plazo.  Es cierto que todo esto se trata de una contingencia que ya se podía esperar, y el organismo tiene un colchón de 8.200 millones de euros, su límite máximo, preparado para hacer frente a esta situación. Si, como se espera, se confirman las pérdidas para este año, no incrementará las provisiones en esta ocasión, y tendrá que hacer frente a los resultados del año que viene con un colchón menos holgado.

¿Qué podría pasar a medio-largo plazo?

Si el BCE pierde dinero, como he comentado anteriormente, de momento se cubrirán esas pérdidas con el fondo de previsiones de aquellos años de bonanza económica en los cuales el organismo tuvo unas ganancias importantes y de estas mismas derivó una parte a dicho fondo. El problema es que la situación económica en la UE es muy compleja y difícil además por no decir la compra masiva que el BCE hizo de deuda a los países afectados por la crisis económica derivada de la pandemia entre ellos España y que veremos cómo se comportan estos países para devolver con intereses la compra de deuda del BCE. Si los países miembros no liquidan buena parte de la compra que hizo el BCE a medio-largo plazo, el propio organismo podría exigir siempre y cuando tenga acreditas pérdidas medidas de apoyo por parte de los 27 países miembros lo cual supondría para hablar claro provisión de liquidez de todos ellos. Dicho de otra manera, todos los europeos pagaríamos con nuestros impuestos la aportación económica pertinente en concepto de ayuda al BCE.