| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Yasine Kanjaa, el detenido por el asesinato de un sacristán en Algeciras.
Yasine Kanjaa, el detenido por el asesinato de un sacristán en Algeciras.

Yasine Kanjaa, el asesino de Algeciras, tenía material salafista en su casa

El juez lo relaciona con el salafismo yihadista tras conocer el contenido del registro a su vivienda. Intentó entrar en Gibraltar de manera ilegal en 2019 aunque fue devuelto a Marruecos.

| Manuela Herreros Andalucía

El registro en la vivienda del autor del asesinato de un sacristán en Algeciras ha ofrecido información a los investigadores sobre quién es Yasine Kanjaa, el joven de origen marroquí que fue detenido pocos minutos después del ataque mortal.

La Policía ha hallado unos pendrives con contenido yihadista en el registro del 'piso patera' en el que residía en la localidad gaditana este hombre al que el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea relaciona con el salafismo yihadista.

El contenido de los dispositivos apunta, según fuentes de la lucha antiterrorista, a una reciente radicalización del arrestado, aunque se trata de contenido yihadista muy básico, según apuntan. Los investigadores también tienen constancia de que el detenido, de 25 años, tiene antecedentes por problemas psiquiátricos en su país.

En el auto por el que autorizó el citado registro, el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 considera que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas, y relaciona la acción con el salafismo yihadista al concluir que con ella pretendía "alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, lo que habría podido motivar la actuación criminal".

La cronología del ataque mortal

El juez explica en su escrito que la Policía Nacional le entregó este miércoles un primer oficio en el que hacía un repaso de lo ocurrido desde que el detenido entró en la Iglesia de San Isidro con intenciones que "se desconocen". Una vez allí inició una discusión con los allí presentes, manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica.

Salió del templo pero regresó sobre las 19.40 horas. En ese momento, los fieles que estaban dentro pudieron escuchar "cómo alguien ubicado en el exterior de la iglesia profiere gritos en árabe".

El juez incide, según El País, en que una vez finaliza la misa, el sacerdote encargado de la misma bajó del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo. En ese momento el investigado, portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita, habría atacado al sacerdote causándole lesiones de gran gravedad.

El sacerdote es el salesiano Antonio Rodríguez Lucena, que se encuentra fuera de todo peligro y que este mismo jueves ha dado "gracias a Dios". "Ha pasado ya todo y estoy esperando el alta, para seguir celebrando la fiesta de San Juan Bosco", ha apuntado el religioso.

El magistrado también explica que el detenido también intentó atacar a una de las personas que fue testigo de la agresión al propio sacerdote.

Gritos de 'Alá es grande'

El relato policial asumido por el juez, según el medio, señala que el presunto yihadista huyó entonces del lugar y se dirigió a un centro de culto católico llamado Virgen La Palma, ubicado a unos 200 metros del otro templo. Allí se encontró con el sacristán al que posteriormente asesinó cuando este abandonaba el lugar por una puerta trasera.

En ese instante, relata Gadea, el detenido inicia varias acometidas sobre el sacristán, causándole unas primeras lesiones e intentando huir, aunque finalmente es alcanzado en la calle. El juez describe cómo, en ese momento, el presunto agresor da la puñalada mortal a la víctima tras mirar al cielo y gritar palabras en árabe.

Una vez que se encuentra en el centro de esa plaza, añade el magistrado, es alcanzado por el atacante, quien, una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y, alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra 'Allah [Alá]', le asesta una última estocada mortal.

En este contexto, el magistrado explica que, una vez finalizado este ataque, el acusado se dirige "de forma muy tranquila" a la ermita Europa "ubicada en esa misma plaza, e intenta acceder al interior". Allí, "sin prestar resistencia", es detenido por agentes de la Policía Local y trasladado a un centro médico para recibir asistencia facultativa, "instante en el que en reiteradas ocasiones profiere gritos de Allahu akbar [Alá es grande]".

Intentó entrar de manera ilegal en Gibraltar y fue expulsado

El autor del ataque habría sido expulsado de Gibraltar a Marruecos en 2019 tras haber llegado ilegalmente al Peñón, según se recoge en la prensa local.

Según indica el diario 'Gibraltar Chronicle', el portavoz de la Policía gibraltareña ha señalado que las autoridades del Peñón creen que se trata del mismo sujeto, Yasine Kanjaa, que entró de manera irregular también a la colonia británica, ya que los nombres coinciden. "Estamos en contacto estrecho con las autoridades españolas sobre esta cuestión", ha precisado.

 

Según explica el citado medio, el autor del asesinato del sacristán en Algeciras formaría parte de un grupo de tres adultos y un menor que fueron detenidos en agosto de 2019 por la Marina gibraltareña tras entrar en una moto acuática en aguas del Peñón.

 

Los cuatro se declararon culpables de entrar en Gibraltar sin permiso, por lo que fueron detenidos y deportados días después a Marruecos por orden de un tribunal. Durante la vista judicial, se dijo que todos habían hecho la travesía "en busca de una vida mejor" y que tenían "suerte de estar vivos" ya que la moto volcó en tres ocasiones durante el trayecto.

El Ministerio del Interior ha confirmado este jueves que el detenido en Algeciras tenía abierto un expediente de expulsión por situación irregular desde junio de 2022, aunque no constan antecedentes penales ni por delitos de terrorismo, ni en España ni otros países aliados.