La 'isla' virgen que esconde Andalucía y cómo llegar a ella

Andalucía esconde auténticos tesoros naturales por toda la geografía, pero en esta ocasión nos detenemos en un lugar único que nos hará sentir que hemos llegado a una isla virgen. Se trata de la Flecha del Rompido, una lengua de arena de 13 kilómetros de longitud y unida a la tierra en su extremo oeste, situada en la provincia de Huelva, concretamente, entre los municipios de Lepe y Cartaya.

Un capricho natural de fina arena blanca, bañado por el océano Atlántico, donde las únicas perturbaciones humanas que se producen son la presencia de algunas sombrillas clavadas y toallas extendidas sobre la playa. Todo lo demás es salvaje, porque ni existe construcción, sólo una antigua almadraba, ni posibilidad de alojarse en este lugar y así se conserva intacto este ecosistema desde su formación en plena de desembocadura del río Piedras, por el depósito de sedimentos.

La singular formación arenosa discurre en paralelo al litoral onubense y se denominada en términos geológicos 'costa mesomareal'. Se conformó como flecha litoral en el siglo XVIII, debido a la acción de diferentes fenómenos como mareas y vientos que en conjunción 'diseñaron' este pequeño paraíso, que está en crecimiento, pues se expande una media de 30 metros al año.

La segunda mejor playa de Europa está más cerca de lo que crees

La Flecha del Rompido es Paraje Natural, junto con las marismas del río Piedras, debido a su valor ecológico: Esta es la 'casa' o parada invernal para multitud de aves que se esconden entre las charchas de agua o en la vegetación de matorral bajo, propia de suelos arenosos, y aunque no se vea tienen en la puerta el cartel de 'no molestar', pues es también zona de anidación.

Las playas de la Flecha son de las mejor conservadas de toda Europa y, a pesar de que la zona está declarada de interés turístico, es aún bastante desconocida. Por eso, es el lugar perfecto para desconectar de forma rápida del bullicio de las zonas turísticas, muy próximas a este enclave, como Punta Umbría, La Antilla o Nuevo Portil. Además está permitido acceder con perros y practicar el nudismo.

Para acceder existen dos opciones. La primera será una larga caminata que parte del puerto de El Terrón, ubicado en la propia desembocadura del río, que merecerá la pena, siempre que no elijamos los momentos de más calor del día para adentrarnos en la lengua de arena. La segunda propuesta, más atractiva, es montarse en uno de los barcos que operan desde el puerto de El Rompido que, en en un agradable paseo de unos 10-15 minutos, cruzan al otro lado a los visitantes por un módico precio.