El entorno de Olga Moreno ha filtrado información que no cuadra

Que la portada de la revista Lecturas de Antonio David Flores saliendo de la casa de Marta Riesco iba a ser el tsunami informativo del año, eso lo teníamos claro los que llevamos años en este fantástico mundo.

Que las tintas se iban a cargar contra el exguardia civil, también. Y es que eso es lo fácil, si tenemos en cuenta que el protagonista insiste en ello "disparadme a mí y no a mis mujeres", tal y como declaró este fin de semana en el programa Viva la Vida. Lo que deja un escenario en el que tenemos: al malo de la película, Antonio David. A la mala porque sí, Marta Riesco. Y como protagonistas a dos mujeres dolientes, rotas y engañadas, Olga Moreno y Rocío Flores.

El silencio y la ambigüedad de David no le ayuda en eso de mejorar la mala imagen que se está dando de él en todos los platós de televisión. Pero, a mi parecer, mucho más daño le hizo la llamada de su ya exmujer Olga Moreno que, sabedora de que la nueva pareja de su marido Marta Riesco iba a hablar, tomó el teléfono e intervino en directo por primera vez desde que estallara el escándalo.

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 Lo hizo para explotar esa faceta que nos han vendido de "madre" de unos hijos que no son suyos, y para apuntillar a Antonio David con la frase lapidaria "ni Rocío ni yo sabíamos nada de esta relación". Algo muy difícil de creer a estas alturas. Además, el entorno de Oa, así la llaman en casa familiarmente, se ha afanado en contar que, en Nochevieja, David y ella, compartieron lecho y techo como un matrimonio más.

Unas informaciones "de parte" que poco o nada tienen que ver con las que dan aquellos que más cerca están de Antonio David. Y es que a lo mejor debemos plantearnos que esto es mucho más sencillo, que simplemente David se ha enamorado de Marta, que ha decidido apostar por su historia, ser feliz y romper con una situación que ya era irreversible desde hace mucho más tiempo del que nos han contado.

Porque lo de que este matrimonio se rompe el pasado mes de noviembre poco o nada tiene que ver con la realidad. Y es que empiezan a detallar, aquellos que conocen bien la historia, que los rumores de crisis habría que situarlos mucho antes de que Olga Moreno participara en Supervivientes, asegurándonos que por entonces ese matrimonio estaba ya roto.

La participación de Olga Moreno en Supervivientes nunca fue del agrado de Antonio David

Un entorno que nos ha revelado datos sobre los que debemos incidir. Nos cuentan también, que la participación de Oa, nunca fue del agrado de Antonio David que se vio solo y sin el apoyo de su mujer ante la docuserie de Rocío Carrasco. Nos recuerdan que, tras su victoria en Supervivientes, pocas son las fotos que hemos visto del matrimonio en amor y compañía y que Olga prefirió pasar el verano lejos de Antonio David y él de ella.

Nos desvelan que, cuando comenzaron los rumores de una posible relación con Marta Riesco, David comunicó a su esposa que quería poner fin a su matrimonio. Nos detallan que ella no quiso saber nada de la separación y que David tuvo que sacar un comunicado sólo porque Olga no quiso acompañarle en ese escrito.

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El entorno de Antonio David Flores niega las filtraciones de la familia de Olga

Y como guinda del pastel, ese entorno que no está dispuesto a callar más nos niega rotundamente las informaciones que aseguran que David y Olga pasaron la Nochevieja como marido y mujer. Dato creíble ya que, por esas fechas, el colaborador ya habría comenzado su relación oficial con Marta Riesco, tal y como se deduce del testimonio de ambos.

Además, ese entorno nos señala que, de haber sido así, David se hubiese quedado a pasar la noche y el día de Reyes con su familia y no en Madrid, donde realmente estuvo. Él prefirió la compañía de Marta, su nueva pareja, en ese día tan familiar. Aquí lo único cierto es que Antonio David se ha enamorado y como él mismo ha dicho "tengo derecho a ser feliz".

Lo que parece que no ha sido durante mucho, mucho tiempo. Al menos esto es lo que cuenta el entorno más próximo al ex de Rocío Carrasco. Por ello a lo mejor hay que puntualizar que quizás Olga Moreno no esté contando toda la verdad y que lo cómodo para ella es explotar esa faceta de mujer abandonada cuando, según nos cuentan, ella sabía perfectamente que su matrimonio había naufragado mucho, mucho tiempo antes de lo que nos están contando.