| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Inter de Milán 0 – 1 Real Madrid: Rodrygo desoreja al Inter

Rodrygo da los tres puntos al Real Madrid en el 89 tras una gran combinación entre Fede Valverde y Camavinga.

| Miguel Queipo Deportes

El Madrid empieza bien la Champions, ganando en Milán al Inter (0-1) casi sobre el silbatazo final en un encuentro en el que se llevó un buen revolcón en el primer tiempo pero en el que mejoró en el segundo, hasta el punto de hacerle bajar la testuz al morlaco nerazzurro y estoquearle para arrancar los tres puntos del Meazza.

Rodrygo, eterno enamorado de esta competición, fue el encargado de desorejar a los de Inzaghi después de que Courtois los frustrara con cuatro paradas soberbias. Tres puntos de arranque y lo mismo este año, por fin, la fase de grupos puede ser relativamente tranquila en el Bernabéu.

Y eso que todo lo bueno que se había visto del Real Madrid esta temporada desapareció en el Meazza. Como tantas y tantas veces a lo largo de estas dos últimas temporadas, el equipo blanco se mostró incomodísimo jugando contra un equipo plantado con tres centrales, como el Inter, como tantísimos equipos que se han subido al 3-5-2 de moda por media Europa.

Así juega el Inter y así se le hizo bola a Ancelotti y sus muchachos, con Alaba central, Nacho lateral izquierdo y Lucas Vázquez haciendo de Hazard respecto a los que ganaron al Celta.

 

 

 

El primer tiempo fue realmente dantesco. Courtois, con al menos tres paradas salvadoras, de esas que hacen que el Madrid deba analizar seriamente el plantar espárragos en un campo de Valdebebas en honor al espigado meta belga. Dos salvadas tremendas a Dzeko y otra a Lautaro, un remate de Brozovic que salió lamiendo el poste derecho de la portería madridista, un cabezazo de Skriniar tras un córner que se fue arriba por poco… El Inter mordía, liderado por un gran Barella y por un sistema perfectamente estudiado, que dejó al Madrid sin saber si ir a por listas, presionar arriba, o a tontas, defender en bloque bajo.

Y como la manta de Tim es la misma de siempre, si te tapas los pies descubres la cabeza y si te tapas la cabeza descubres los pies, lo que hicieron los de Ancelotti, poner la manta en medio, dejó todo al descubierto. El constipado, al menos, no fue a mayores. Pese a que Militâo remató incomprensiblemente desviado un testarazo tras saque de esquina, el 0-0 al descanso era un magnífico resultado, visto lo visto. Un equipo plano en el electrocardiograma, que apenas tuvo diez minutos, cinco en el arranque y cinco justo antes del descanso, donde dio la sensación de saber qué estaba haciendo.

La cosa no podía empeorar en el segundo tiempo. Era virtualmente imposible llevarse otro meneo semejante. El equipo se ordenó un poco más, presionó arriba ayudado por un Casemiro más acertado y con un gran Fede Valverde el Madrid compitió: concedía, pero también llegaba, algo que no pasó antes del entreacto.

Los diez primeros minutos fueron muy buenos, pero Handanovic seguía siendo un espectador mientras Courtois, otra vez, tenía que sacar una mano salvadora a remate de Dzeko. El primer disparo madridista entre los tres palos llegó en el minuto 57, y fue obra de Carvajal. Pero al menos los de Ancelotti fueron capaces de ponerle cara al meta nerazurro.

Reaccionó Simone Inzaghi, metiendo en apenas diez minutos a cuatro jugadores de refresco, los dos carrileros, un medio y un delantero, y haciendo que su entrada se notara en el plano físico: el Inter volvió a dominar mientras Ancelotti ni siquiera miraba a ver si había recambios en el banquillo. Hasta el 65 no entró Rodrygo y hasta el 80 no hizo el segundo cambio: Camavinga. Tres cambios sin usar cuando el fútbol es más físico que nunca no parece un buen presagio, pero ya sabemos que Ancelotti rara vez gasta todas las balas del cargador.

En ese tramo del encuentro apareció Vinicius, que había estado extraordinariamente tapado por Skriniar hasta entonces. Pero el central eslovaco acusó el cansancio y el brasileño comenzó a alborotar el partido como solo el sabe hacerlo: el partido era espumoso por su costado, y solo faltaba que en alguna de esas el Madrid acertara con el estoque, porque el morlaco interista humillaba y mostraba el hoyo de las agujas. Rodrygo sacó el estoque y desorejó al Inter tras una buena combinación entre Valverde y Camavinga. La Champions, este año, empieza de cara. Que no pare.